Aun la tiene pegada a su cuerpo, siente paz teniéndola así, cerca de él, esa paz que nunca en su vida ha sentido.
—Elizabeth sé que no te merezco, pero ya no puedo más, estoy enamorado como un idiota de ti – dice William y Elizabeth sonríe
— ¿De verdad? – pregunta ella y William asiente
—Si – dice William y ella se pega más a él
— ¿Te digo un secreto? – dice Elizabeth mientras juega con los cabellos William, él la mira, atento
— ¿Qué? – pregunta con curiosidad mirándola fijamente
—Yo estoy enamorada como una idiota de ti – dice Elizabeth y sonríe, a William le brillan los ojos, jamás pensó que ella le diría eso, sonríe, la vuelve a besar y Elizabeth se aferra cuerpo del hombre que ama.
Están afuera de la casa de Elizabeth, William la mira con cariño y ella a él.
—Nos vemos mañana – dice Elizabeth y William la pega a su cuerpo
—Promételo – dice y ella sonríe
—Lo prometo – dice y William la besa con cariño, entra a su casa y William se queda recargado en la puerta, por fin comenzaba a sentir esa paz que jamás había tenido antes.
Llega a su casa con una sonrisa en los labios, Mason lo mira y frunce el ceño
— ¿Y a ti que te pasa? ¿Por qué vienes tan contento? – pregunta Mason, William está tan feliz que ni el idiota de su hermano puede ponerlo de mal humor
—No es asunto tuyo – dice William y Mason lo mira con fastidio
—Seguramente vienes de revolcarte con alguna zorra, ¿verdad? – dice Mason con una sonrisa pícara, William le rueda los ojos
—Eres un idiota – dice William y Mason lo mira divertido
—Como sea, tengo hambre, haz algo de cenar hermanita – dice Mason con burla y William lo mira irritado
—No soy tu maldito criado, si tienes hambre hazte de comer tu – dice William enfadado y se mete al cuarto, se acuesta en la cama y sonríe al recordar los suaves y dulces labios de la mujer que ama.
***
Han pasado algunas semanas desde que William le dijo a Elizabeth que la ama, siente que su vida comienza a tomar rumbo, a tener sentido, por ella, por el amor que ambos se profesan.
—Te amo – dice William y besa la frente de Elizabeth
—Yo te amo más – dice ella con diversión
—Eso no es cierto – dice William con el mismo tono
—Claro que sí, yo te amo mucho, mucho más – dice Elizabeth y se despega de él, William la sigue mientras ella corre por el verde pasto, la alcanza y ambos se tiran a la hierba, William queda encima de ella, y Elizabeth sonríe
— ¿Cuánto? – pregunta y William la mira confuso
— ¿Cuánto qué? – pregunta William confuso y Elizabeth lo mira ceñuda
—¿Cuánto me quieres?, tonto – dice ella divertida, William sonríe y le hace cosquillas, Elizabeth se retuerce entre risas
—Dime cuanto me quieres – dice Elizabeth tratando de recobrar el aliento, William la mira fijamente
—Mucho, eres lo mejor que me ha pasado en la vida – dice William mirándola con cariño, Elizabeth acaricia su rostro y William cierra los ojos al sentir sus caricias
—Te amo – dice Elizabeth, William la mira fijamente, jamás pensó que una mujer tan dulce y bella como ella estaría con él, pero así era y no iba a dejarla ir.
***
—Hola – dice Elizabeth parada en la puerta del pequeño cuarto, Mason la mira de arriba abajo con lujuria
—Hola preciosa – dice Mason con morbo
— ¿Está William? – pregunta Elizabeth y Mason la mira fijamente
—No, mi hermanito no está, pero estoy yo, dime que necesitas hermosa – dice Mason y Elizabeth lo mira irritada
—Nada, solo necesitaba hablar con William, supongo que estará en el taller, gracias – dice Elizabeth y se trata de alejar, pero Mason la toma del brazo
—Espera, podemos platicar un poco, para ser sinceros yo soy mucho mejor que mi hermanito – dice Mason y Elizabeth lo mira con fastidio
—Déjala en paz Mason – dice William con frialdad parado tras ellos, Mason suelta a Elizabeth y ella se acerca a William
—No te pongas así, no estábamos haciendo nada, solo charlábamos – dice Mason sonriendo y William lo mira irritado
—Yo solo vine a decirte que mañana tengo una salida en la escuela, vamos a llevar a los niños al museo de la capital y no regresaremos hasta el viernes – dice Elizabeth, William no la mira, sigue molesto por la actitud de Mason
—Está bien, nos vemos después – dice William con tono seco, Elizabeth lo mira afligida y se aleja.
— ¿Qué te pasa con esa mujercita? – pregunta Mason con irritación y William lo mira con enfado
—No es tu problema, solo déjala en paz – dice William, pero Mason se pone delante de él con tono amenazador
—No me digas que te la estas tirando, ¿en serio?, ¿hermanito como le hiciste para que una niña bien como esa te hiciera caso?, pásame la receta – dice Mason con burla y William se acerca a él con furia
—Déjate de idioteces, déjala en paz, ella no es como las mujeres que estás acostumbrado a tratar, así que deja de ser un idiota – dice William y Mason lo mira con enfado
—Claro que no es como las zorras con las que te revolcabas, o que, ¿ya no recuerdas a Rebequita?, estaba buenísima, era una zorra, pero igual te la tirabas – dice Mason y William lo toma de camisa con fuerza
—Escúchame bien porque solo te lo voy a decir una vez, Elizabeth es la mujer que amo, así que déjala en paz – dice William y Mason lo mira asombrado
—Vaya, vaya, quien iba a pensar que mi hermanito iba a acabar enamorado de una niña bien, bueno pues, felicidades, aprovéchala porque no creo que vuelvas a tener a una mujer como esa – dice Mason con una sonrisa, William lo mira irritado, sabe que Mason nunca va a cambiar, es inútil discutir con él.
***
Han pasado varios meses desde que William y Elizabeth están juntos, Mason sigue siendo un idiota, pero Elizabeth ya está acostumbrada a sus burlas, William al principio se molestaba, pero Elizabeth le dijo que no le importaba y decidió dejar de hacerle caso, el idiota de su hermano jamás iba a cambiar.
En el trabajo todo está perfecto, William es el mejor mecánico del taller y ha hecho una gran amistad con Noah, todo marcha bien, por fin siente que merece estar con Elizabeth.
William está concentrado en el taller, limpiando un motor, de pronto siente unas manos tapar sus ojos y sonríe al instante, pero escucha su voz y la sonrisa se borra por completo
—Hola amor – dice Rebeca parada tras él, William la mira y se pone rígido, ella había sido su amante varios meses, solo sexo casual cuando tenía ganas, jamás la había tomado enserio, pero ella siempre había estado obsesionada con él.
— ¿Qué haces aquí Rebeca? – Pregunta William aturdido mirándola sonreír con perversidad
—Te extrañaba mucho – dice la rubia y se acerca, pero William pone distancia entre ambos
— ¿Cómo supiste que estaba aquí? – Pregunta William, Rebeca lo mira y sonríe
—Me encontré a Mason hace unos días y él me lo dijo – dice Rebeca, William está furioso, era obvio que había sido Mason, quien más podría habérselo dicho
— ¿Qué pasa William? – dice Rebeca mirándolo con excitación
—Nada, solo me sorprendí – dice con tono seco
—Cuando salgas de aquí podemos ir a algún lado, extraño tus besos– dice Rebeca provocativamente
—No puedo – dice William, Rebeca lo mira sorprendida
— ¿De qué hablas? – pregunta Rebeca asombrada, él nunca la había rechazado en sus aventuras sexuales
—Nada, Rebeca tengo mucho trabajo – dice William tratando de quitarse a la enfadosa mujer de encima, Rebeca lo mira con recelo
—Está bien, pero nos vemos pronto– dice y se acerca para besarlo en la boca, pero William se mueve y solo lo hace en la mejilla.
La curvilínea mujer se aleja y William se queda pensando en que Mason se las va a pagar.
Llega a su casa y tira las llaves en la mesa, se quita la chaqueta y entra al cuarto, mira a Rebeca acostada en su cama, William se pone rígido mientras la mujer lo mira con lujuria.
— ¿Qué haces aquí Rebeca?, ¿cómo entraste? – pregunta William mirando a la mujer acercarse provocativamente
—Mason me dejó entrar, le dije que te quería dar una sorpresa – dice ella y rodea el cuello de William, después lo besa con pasión, William no le corresponde y se la quita de encima
—Rebeca vete – dice William con fastidio, Rebeca lo mira desconcertada
— ¿Qué te pasa?, ¿no quieres estar conmigo? – pregunta la rubia mirando a William salir del cuarto
—Vete – dice William con frialdad y Rebeca lo mira con irritación
—No tengo a donde ir – dice Rebeca y se acerca a William, pero él se aleja de nuevo
—Está bien, si no quieres estar conmigo por lo menos déjame pasar la noche aquí – dice ella, William la mira molesto, sabía que no era buena idea hacer eso
—Está bien Rebeca, pero solo esta noche – dice William con disgusto y Rebeca asiente, William entra al cuarto por una almohada y unas sábanas y Rebeca lo mira confusa
— ¿Qué haces? – pregunta sorprendida, pero William no la mira
—Voy a dormir en el sofá, puedes dormir en el cuarto – dice William y Rebeca lo mira con fastidio
—Vamos William, ya hemos dormido juntos antes, te he visto desnudo miles de veces y tú a mí, o me vas a decir que no te volvía loco mi cuerpo – dice Rebeca con morbo y William la mira con fastidio
—Puedes irte si quieres – dice William con firmeza, no pensaba caer en sus coqueteos, amaba a Elizabeth no la iba a engañar con nadie, Rebeca lo mira irritada
—Está bien, como quieras – dice Rebeca y entra enojada al cuarto, William se acuesta en el sofá, pensando que si Elizabeth se entera de quien fue Rebeca se va a enojar.
Tocan la puerta de la casa, William se levanta adormilado, abre y mira a Elizabeth parada frente a él, se pone rígido al recordar que Rebeca está en el cuarto.
— ¿Qué haces aquí? – pregunta William nervioso, Elizabeth lo mira desconcertada por su reacción
—Solo quería saludarte, no pensé que te molestaría – dice Elizabeth y William se acerca ella
—No, no me molesta, solo pensé que ya estarías en la escuela – dice William con cariño, Elizabeth se relaja y sonríe para él
—Si, pero te extrañaba mucho – dice ella cariño
— ¿Quién es amor? – dice Rebeca asomándose, solo tiene una toalla enredada en el cuerpo y el cabello húmedo, Elizabeth la mira y se aleja de William
— ¿Y tú quién eres? – Pregunta Rebeca con prepotencia, William la mira con enfado y Elizabeth siente un dolor en el pecho
— ¿Quién eres tú? – responde Elizabeth molesta
—Elizabeth no es lo que crees – dice William tratando de calmar a Elizabeth
—Yo soy la mejor amante de William – dice Rebeca y William la mira furioso, Elizabeth está paralizada mirando como la mujer abraza a William provocativamente.
—Lo siento, no quería interrumpir– dice Elizabeth con rabia, se trata de alejar, pero William la toma del brazo y la gira hacia él
—No es lo que crees, déjame explicarte – dice William, pero Elizabeth no lo deja hablar
—Creo que está bastante claro, sigue con tu amiguita – dice Elizabeth, pero Rebeca la interrumpe
—Amante querida, la mejor – dice Rebeca con malicia
—No pasó nada, solo durmió aquí – dice William, pero Elizabeth lo mira con enfado
— ¿De verdad crees que soy tan idiota?, no quiero volver a verte – dice Elizabeth y se zafa del agarre de William
—Adiós queridita – dice Rebeca con maldad mientras Elizabeth se aleja, William mira furioso a la rubia y la toma del brazo con fuerza
—¡Agarra tus cosas y lárgate! – dice William con furia
—Me lastimas, ¿qué te pasa?, claro, ahora entiendo porque no quieres estar conmigo, estás con esa niñita ¿verdad?, por favor William, no creo que ella sea mejor en la cama que yo – dice Rebeca con maldad y William la mira furioso
— ¡Lárgate de una maldita vez! – dice William y sale de la casa.
No se ha podido concentrar en el trabajo, no ha ido a buscar a Elizabeth, quiere que se tranquilice, así no va a escucharlo.
Llega a su casa, Rebeca no está, pero Mason lo mira con una sonrisa en el rostro
—Vaya, por tu cara parece que te hicieron enojar hermanita – dice Mason con burla y William lo mira furioso
— ¿Por qué demonios le dijiste a Rebeca donde estaba?, ¿y por qué la dejaste entrar a la casa? – grita William mirando a su hermano con furia
—Pensé que te daría gusto ver a esa zorrita, ya sabes, necesitas una mujer de verdad – dice Mason y le guiña el ojo con morbosidad
—Eres un maldito enfermo – dice William con enfado
—Vamos hermanito, ¿apoco no te divertiste anoche?, por eso no me vine a parar, no estaba de humor para escuchar los gemidos de tu zorra – dice Mason y William le rueda los ojos
—Estoy harto de tus idioteces, Elizabeth piensa que pasó algo entre Rebeca y yo y todo por tu maldita culpa – dice William molesto
—Eso te pasa por salir con niñitas. – dice Mason con burla, William mueve la cabeza irritado y sale azotando la puerta
— ¿William a dónde vas?, William – grita Mason, pero su hermano no le hace caso.
Llega a la casa de Elizabeth, toca la puerta, pero nadie contesta, sube a la casa de Lara, ella es la mejor amiga de Elizabeth y seguramente está con ella. Toca a su puerta, Lara sale y lo mira enojada
— ¿Esta Elizabeth? – pregunta William inquietante
—Si, pero no quiere verte – dice Lara, William entra a la casa sin ser invitado y Lara lo sigue enfadada. La mira sentada en el sofá, tiene los ojos hinchados y lo mira con odio
—Elizabeth necesitamos hablar – dice William, pero Elizabeth se levanta furiosa
—Vete, no quiero verte, vete con tu amante, no perdón, tu mejor amante – dice Elizabeth con rencor, William se acerca a ella y la toma de la cintura pegándola a su cuerpo
—No pasó nada, te lo juro, ella durmió en el cuarto y yo en el sillón, créeme Liz nunca te engañaría – dice William con sinceridad
—Yo mejor los dejo, voy a la recamara – dice Lara y se mete a su cuarto
—Déjame William – dice Elizabeth molesta
—Créeme Elizabeth, yo te amo, nuca haría nada para lastimarte – dice William y la aprisiona a su cuerpo
—Estaba desnuda, se acababa de bañar, ¿de verdad crees que te voy a creer?, ¿crees que soy idiota? – dice Elizabeth llorando, trata de zafarse, pero William la toma más fuerte
—No creo que seas idiota, créeme, te estoy diciendo la verdad, no pasó nada porque te amo, es verdad que tuve que ver con ella hace mucho tiempo, pero eso fue hace mucho, yo ni siquiera sabía que estaba aquí, el idiota de Mason le dijo dónde estábamos, te lo juro – dice William, pero Elizabeth lo mira irritada
—Claro, Mason me odia por eso debe estar feliz de que estés con ella – dice Elizabeth llorando
—No me importa lo que Mason piense, solo me importas tú, solo tú – dice William y la besa, Elizabeth no le corresponde, pero William la sigue besando con pasión, después de unos momentos Elizabeth le corresponde, William la pega más a su cuerpo y la besa con frenetismo.
—Liz tu eres la única mujer en mi vida, sin ti no soy nada – dice William mirándola con cariño
—Júramelo, júrame que no te acostaste con ella – dice Elizabeth pegada al cuerpo de William
—Te lo juro, yo solo te amo a ti – dice William y ambos se besan con pasión.