Capitulo 6

472 Words
Kevin -si? -estuviste quedándote aquí? Siento sus dedos acariciarme las manos, cosa que no ha dejado de hacer desde que nos acomodé aquí. Hace un tiempo largo que estamos en el suelo, y aunque me duele un poco la espalda, pues ya no soy un adolescente, no me quejo, me gusta tenerlo así, tan pegado a mí, como hacía tanto tiempo no lo sentía. -desde que volvimos hace dos días sí, pero sólo vengo a dormir y leer. Ayer estuve en la casa y vine ya tarde en la noche. -te molesta si ahora me quedo yo unos días? Me muerdo la lengua para no arrepentirme, prácticamente lo estoy echando -por supuesto que no, es tu casa tanto como la mía. Hace el intento de pararse pero lo sostengo fuerte, -espera no te vayas aún. -está bien, no quiero incomodar. Prefieres que vayamos a la cocina o a la sala. El suelo es algo incómodo. No así tu cuerpo pero tu debes estar cansado. -ahora que lo dices, si mejor, me duele un poco la espalda, y hace más de 20 horas que no duerme más de 2 horas seguidas. Pero quiero sostenerte así un poco más Eso si me arrepiento de decirle, va a volver a enojarse. -lo sie.. -está bien Pedro. Abracemonos todo el tiempo que quieras. Pero vayamos a algo más cómodo así descansas -Vamos Ahora si se levanta y me ayuda a pararme, me costó un poco y casi todo el trabajo lo hizo él. Al estar parados tan cerca, lo miro con un nudo en la garganta y subo una mano temblorosa para tocarle la barba, que está un poco mas larga que cuando me fui, me da un besito sorprendiéndome -ven Pedro. Observo como mira la cama pero sigue más allá y vamos a la sala, al ayudarme a tirarme en el sofá se da vuelta buscando una manta que siempre tenemos doblada en una silla y se asusta -cierto, lo olvidaba. Traje un invitado Le digo como si se tratara de nada raro -no pensabas avisar? Habla mientras se sube detrás mío y me abraza tipo cucharita -no estaba bien cuando llegué, y mi mente me trajo hasta aquí sin ningún indicio, entre y los recuerdos me nublaron, luego te uniste a mi. Me río un poco -creí que no estabas y que podría llorar en la oscuridad -puedes llorar cuando quieras Pedro, sobre todo delante de mi. Quieres algo para comer? O quieres dormir un poco? -hay helado? -fue lo primero que compré -de chocolate y -menta, con trozos -de más chocolate -nunca lo olvido nos reímos mientras trae el pote y dos cucharas, nos sentamos hombro con hombro y acuesto mi cabeza en su pecho de alguna manera extraña no siento incomodidad a pesar de qué somos muy grandotes los dos.
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