Despues de pasar por muchas situaciones que pusieron en riesgo nuestros estudios y situaciones que nos alejaban de las aulas de clases, por fin nuestro esfuerzo había valido la pena. Antonio había quedado en el pasado, ¡eso era lo que pensábamos! las cosas comenzaron a fluir de una mejor manera desde que pudo conseguir el cambio de aula que tanto quizo, obtener buenas calificaciones en un ambiente de clases menos hostil. Ya había logrado nuevamente poder entrar a casa de Lourdes y gozar de la aceptación de su familia. La tranquilidad reinaba en nosotros. El día más esperado como era nuestra graduación se acercaba, estábamos a sólo dos semanas de tener en nuestras manos tan ahelado triunfo. Lourdes estaba en los preparativos una mañana me llamo para decirme que iría al centro comercial a b