Al finalizar la película Christopher salió feliz y sonriente sosteniendo en sus manos un vaso sublimado con el logotipo de los Avengers. —¿Les gustó? —indagó Andrés. —Sí —contestó el niño—, me voy a transformar en el Capitán América —contestó divertido. Paula carcajeó al escucharlo y verlo imitar al personaje. —Entonces vamos a buscar una camiseta con ese logo. ¿Te gustaría? —Sí —contestó el pequeño, y enseguida empezaron a caminar por los almacenes de ropa. —Andrew —dijo una joven alta, rubia, muy elegante. Lo abrazó y le dio dos besos en las mejillas. —¿Qué haces por aquí? —indagó—, no has ido al bar, me tienes muy abandonada. —Hizo un puchero con los labios. —He estado un poco ocupado —contestó y la recorrió con los ojos. Kendra, era muy bella, era una antigua amiga, con la