Escuche que tocaban la puerta de mi habitación, el tipo de n***o estaba arriba de mí y yo desconcertada, nos miramos a los ojos, reaccionó de inmediato y lo aviento para que se quite encima de mí, el miedo a que nos vieran, saco una fuerza en mi impresionante para poder aventarlo. Él se aleja y desaparece entre la oscuridad, yo me posicionó bien en mi cama y solo digo, “adelante” y entran a mi habitación —Hola, Susy, ¿quería saber cómo te sientes? En todo el día no había podido estar contigo—era Chris, se acercaba a mí y se sentó en la orilla de mi cama —Estoy bien Chris, algo cansada, pero tendré que descansar bien e ir mañana a trabajar—digo soltando un bufido, ya que no quiero faltar, sería absurdo —No creo que papá te deje ir así como estas Susy—me mira con seriedad, pues tendré que