Cuando por fin salgo del baño puedo ver a mi enfurruñado Viggo esperándome recargado en la pared apretando mi gabardina con sus manos.
En todo momento me mira con una actitud mas fría que el hielo del último iceberg del polo norte o sur.
Unas chicas que vienen acompañadas de sus novios lo miran y si niñas las comprendo.
Viggo es alguien a quien voltearias más de dos veces para verlo mejor.
Alto, pálido, con ojos verdes centellantes...
Cabello castaño claro siempre bien peinado,con un delicioso cuerpo de tentación musculoso y delgado....
Viggo tiene ese aire de melancolía que tanto atrae a las chicas.
El mismo aire que les hace querer protegerlo como si fuera un niño pequeño desamparado.
O más bien tiene un aire de esos idols de kpop de moda en en estos días con sus labios rojos como si se los hubiera pintado.
El color oscuro del contorno de sus ojos da la idea de que se los ha delineado.
Sus rasgos duros y perfectos son un atractivo visual tan malditamente hermoso como sus cejas bien delineadas...
Su arete en la oreja y sus multiples tatuajes que le asoman por el cuello.
Tengo que admitir que Viggo es jodidamente ardiente.
Y es todo, todo mío.
Una chica me mira con cara de interrogación cuando enlazó mis manos limpias con las de Viggo para que nos vayamos a casa.
Puedo leer sus pensamientos oscuros y celosos de ella.
"No cielo, no soy su sugar mami de este bombón..."
"Él es mi hijo, te gustaría salir con él querida?"
"Puedo darte su número de celular si quieres y...oye Viggo!"
Me río con fuerza porque Viggo toma mi mano con fuerza y me arrastra fuera del cine.
"Vamos cielo, no me digas que te molestaste porque intento que tengas la primera cita decente en décadas!"
"Callate Lilith!"
"Donde dejaste tu auto?"
Pregunta con voz áspera Viggo.
"Auto...?"
"Jajajajajajaja ahora si me haz hecho reir Viggo!"
Exclamó entre risas ahogadas.
"Llegaste caminando a este lugar Lilith?"
"Claro Viggo!"
"Solo eran las 10 de la noche cuando sali de casa y..."
"Viggo, debes de ver la casa, te va a encantar!"
Le digo abrazandolo fuertemente y Viggo me da un margen de 5 segundos antes de apartarme de su cuerpo con ambas manos.
"Entonces si tienes casa esta vez Lilith?"
Arquea una ceja Viggo haciéndolo más guapo de lo que es.
Malvado y guapo el bastardo.
"Si Viggo, la estuve construyendo para que pudiéramos vivir juntos!"
"Pensé en ti en todo momento y tiene algunas de las cosas que te gustan Viggo!"
Declaró feliz.
"Vamos Viggo, vamos caminand, no está lejos nuestra casa!"
Intentó jalar de la mano a Viggo para comenzar ma marcha, pero creo que Viggo tiene otras ideas.
Viggo no se mueve de su lugar y me observa de pies a cabeza con extrañeza.
Siento como su mirada repasa una y otra vez mi vestimenta y anatomía.
Soy un desastre de la moda con esta ropa desgastada negra y me vale un carajo.
"Haz caído tan bajo en este tiempo que te he dejado sola Lilith..."
"Tan bajo como tú horrenda vestimenta..."
"Y pensar que antes tú eras tan..."
Detengo a Viggo en este punto.
"Antes, lo haz dicho en el tiempo correcto, Viggo."
"Antes, pero ahora no me apetece ser fina ni elegante!"
"Vienes o te quedas a esperar a tu cita humana Viggo?"
Digo cuando comienzo a trotar para llegar a la casa.
Viggo me alcanza fácilmente deteniendome del brazo.
Me mira con ojos furiosos porque se que no sabe cómo tratar conmigo después de tanto tiempo separados.
"Yo traje mi moto, vamos en ella."
"Mueve tu gordo trasto Lilith."
Y si, Viggo tiene razón.
Enciende una moto antigua plateada, muy hermosa por cierto.
Este animal de acero con alma mecánica ruge cobrando vida.
Resopla por mano de Viggo ruidosamente para que salgamos los dos volando por la puerta del estacionamiento del cine.
El aire en mi cara es gélido, me despeina el cabello tanto que se suelta por completo.
Mi cabellera negra se tiñe de plateado en el viento nocturno y entierro mis uñas en la gabardina de cuero negra de Viggo.
El paseo es rápido, vertiginoso y vigorizante.
Lo mejor de todo es que no tuve que decirle a Viggo donde estaba la casa para que él supiera a donde tenía que dirigirse.
Esto de estar en sintonía es maravilloso.
Viggo mira la casa y puedo sentir que me está mirando feo de nuevo.
"Esta porquería es la casa Lilith?"
Cuestiona cuando llegamos.
"Si y te encantará por dentro!"
No puedo culpar a Viggo por mirar el frente de nuestra casa de esa forma.
El barrio es horrible, sucio, lo peor de la escoria que hay en la ciudad.
Prostitutas en la esquina.
Borrachos dormidos en los basureros.
Basura esparcida por los perros y gatos callejeros.
Autos desvalijados en las calles y claro que si señor, muchas casas en ruinas como la mía.
Derrumbadas, destruidas, pintadas con miles de grafitis, vidrios rotos y más destrozos.
La mía incluso tiene el bonito detalle de la reja a punto de caerse de lo vieja y desvencijada que está.
Las frías, negras y sucias paredes de piedra que la delimitan están llenas de moho verde y grafitis de colores rojo, azul y amarillo.
Hay muchos grafitis de falos en mi pared delantera que me hacen sonreir mucho.
"Andando Viggo!"
Lo tomo por la mano y ambos caminamos para pasar la reja desvencijada y el ambiente cambia por completo.
Oh si, te dije que te gustaría Viggo.
La casa ya no tiene los vidrios rotos y estrellados por completo.
Es una casa victoriana como la que siempre soñamos los dos.
Con paredes lisas pintadas de blanco, azul y rosa.
Muy al estilo europeo.
Tiene techo de dos aguas con tejas de color café cálido que le dan un toque de distinción a la casa.
Hay flores, plantas, arboles , pequeñas luces led que iluminan el camino de piedras que conduce a las puertas dobles de madera pesadas y talladas.
Antiguas y caras para los demás, para mi fueron una baratija en su momento.
Viggo se detiene cada pocos metros para oler algo, para mirar el estanque con peces koi.
Para poder ver la fuente al lado del camino y también para oler sus flores favoritas, los alcatraces blancos.
Puros, blancos, con fragancia delicada.
Las paredes de piedra por dentro son hermosas, cubiertas con madreselvas que florecen y dan pequeñas flores blancas sin olor.
"Sabía que te gustaría el jardín, espera a verla por dentro Viggo."
Le digo mientras que camino con soltura por mi casa encantada para abrir las gruesas puertas de madera talladas que siguen oliendo a madera antigua.
***By Liliana Situ***Editora Tete Antonio***
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