Sin oponer resistencia Viggo camina conmigo a nuestra habitación para que podamos disfrutar de los placeres sensuales del erotismo de nuestros cuerpos.
La puerta de nuestra habitación se abre sola y ambos somos recibidos por el leve destello azul de la chimenea.
Viggo respira agitado y se que quiere a la antigua Lilith para perderse en los placeres sexuales.
Beso la boca de Viggo con apremio, mis manos se enredan en su cabello corto devolviendolo a su largo original que tanto me gusta.
Nuestras lenguas danzan una coreografía erótica..
Se hacen el amor de formas que solo ellas comprenden.
Viggo corta el beso mirandome fijamente.
Puedo leer tus pensamientos Viggo, no lo olvides corazón.
"Hazlo."
Ordeno y Viggo acaricia mi cara de 40 años para devolverla a su lozanía de 20 años.
Su pulgar acaricia mis labios devolviéndoles su color rojo original.
Cuando termina de acariciarlos sostengo su pulgar y lo meto en mi boca para lamerlo sensualmente.
Viggo frunce el ceño y hace una cara de sufrimiento porque eso hago.
Torturarlo con placer.
Su manos acarician mi carita entera y mis pecas reaparecen en mi rostro, mi nariz vuelve a ser afilada y pequeña.
Las manos de Viggo ahora se encaminan a acariciar mi cabello, que pierde el color n***o para dar paso a mi color rojo fuego característico.
Mi cabello vuelve a caer hasta mi trasero y huele de nuevo a frutos rojos.
El aroma que tanto ama Viggo en mi cabello.
Viggo sin camisa, frente a mi, acaricia ligeramente mis hombros.
La playera holgada negra con una calavera blanca se desintegra dando paso a mi cuerpo níveo.
Sus manos amoldan mis bracitos de niña.
Sus manos acarician mis pechos devolviéndoles su firmeza y tamaño.
El justo y adecuado para las enormes y fuertes manos de Viggo.
Sus manos siguen su camino moldeando mi delgada cintura y vientre suave.
El pantalón ya lo había desintegrado yo.
Viggo también se deshace de su pantalón que lo restringe y antes de que descienda más por mi cuerpo tomo su mentón trazando la ligera barba rasposa que tanto me gusta sentir en medio de mis piernas...
Y por todo mi cuerpo.
Viggo de rodillas rodea con sus manos mi trasero firme amasándolo y apretándolo para su placer.
Mi entrepierna depilada está frente a Él que se lame la boca por la anticipación de probarme.
Tiro de su cabello castaño con mis delicadas manos con uñas largas para que me vea los ojos.
"Solo porque no he tenido un orgasmo decente en mucho tiempo tienes el privilegio de iniciar..."
"Pero después harás lo que yo diga."
Y con mi mano agarrando fuertemente su cabello la guío para que su boca se hunda en mis pliegues rosados.
Ay carajo maldita sea!
Se siente tan bien su lengua en mi zona más sensible!
Viggo alza una de mis piernas para ponerla sobre su hombro y poder accesar a mi interior con mayor facilidad.
Rodea mi trasero mientras que yo lo insto a que me devore con más rapidez y fuerza tomando con ambas manos su cabeza.
"Si, Viggo, así, más...."
"Más Viggo... más....ay maldición carajo!"
"Quiero tu dedo dentro de mi ahora."
Su dedo se hunde en mis entrañas arrancándome un grito de placer.
Mi cabello se mueve de adelante hacia atrás porque yo me contorsiono contra Viggo con fiereza.
Gimo, jadeo y me concentro lo mejor que puedo en la visión de Viggo comiendo, lamiendo, chupando mi punto G.
Su lengua lame mis pliegues, Viggo se ha vuelto todo un maestro en el arte del sexo oral.
"ah...aaaaahh...mmmhhh..."
Me muerdo el labio y Viggo me carga para poder depositarme en la cama.
Ya habrá tiempo después para que le diga que nuestro cama fue cortesía de una reina de Francia.
Ella amablemente me la "regaló" cuando me descubrió fornicando con su maridito y su joven amante al mismo tiempo...
Viggo sigue implacable devorandome, lamiendome, su boca adora mi entrepierna.
Las pulsaciones se hacen más fuertes, el placer es insoportable.
Mi mano toma una mano de Viggo para que sujete con fuerza mi seno.
Mi otra se empeña en alejar y acercar la cara de Viggo a mi punto dulce.
Estoy cerca, lo siento, mis piernas vibran, mi cuerpo vibra.
Mis senos se agitan, mi pecho sube y baja descontroladamente...
"Viggo..."
Grito su nombre una vez...
Luego otra...
"VIGGOO!"
Y por fin me derramo sobre Él.
Mi venida cálida excita a Viggo quien introduce dos de sus dedos para alargar mi orgasmo devastador.
Se levanta y me besa con mi sabor que ambos compartimos gustosos.
Viggo se come mis gemidos y lamentos, mis gritos y jadeos.
Es un puto placer estar de nuevo con Él.
"Suficiente Viggo, es mi turno."
Recuesto a Viggo en la impecable cama virginalmente blanca sin ningún esfuerzo.
Su erección está tan dura y palpitante que sería lo primero que me gustaría probar.
Pero no, mejor guardo lo delicioso para el último.
Viggo me mira cuando me siento a horcajas sobre él sin acercarme a su m*****o duro.
Rodeo mis manos en su cuello mientras que aprieto un poco para darle este efecto de "asfixia" mientras lo beso.
Muevo mis caderas calientes y húmedas en su torso provocándolo deliberadamente.
Viggo gruñe de la frustración porque se que quiere penetrarme ya.
Le doy un beso asfixiante antes de preguntarle.
"Dime que deseas Viggo, dime y te lo daré."
"Lilith no me hagas esto, te necesito, por favor..."
Paso mi lengua por su clavícula raspando su piel clara con mis dientes que ya crecieron y se que eso lo excita un montón.
"Dilo Viggo y sabes que te recompensaré..."
"Pero debes decirlo."
"Sabes que me excita cuando te escucho pedírmelo."
Viggo gime con los ojos cerrados y su boca busca mis senos.
Dejo que los succione alternadamente mientras que apreso su cabeza gimiendo sensualmente en su oído.
Sus manos me empujan hacia atrás para que mi trasero choque con su dolorosa erección.
"Maldición Lilith!"
"Por favor hazme el amor!"
"Cógeme rudo!"
"Follame duro!"
"No me hagas rogarte más!"
"Es indigno para un hombre como yo rogar por placer carnal!"
Me rio ante sus palabras enfadadas porque se que tiene razón.
Pero mientras me río de Viggo deslizo mi mano a su m*****o para dirigirlo a mi entrada húmeda...
***By Liliana Situ***Editora Tete Antonio***
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