Una sirvienta toca la puerta de madera. "Adelante." Digo para que la jovencita entre en los aposentos de Viggo, que ahora también son míos. "Mi Lady, Lord Viggo le envía el desayuno." La chica deja una bandeja grande plateada en la gran mesa de madera. La habitación entera se llena de un exquisito aroma que me hace sentir nostalgia por mi vida pasada como pre-humana. "Buen provecho Mi Lady." No se me escapa la pequeña sonrisita malévola que ella esboza antes de cerrar la puerta. Pobrecita! Ella tal vez crea que esta tratando con otra damisela delicada ingenua e inocente que no sabe nada de la vida o de las traiciones. Soy toda una erudita en ellas y por las malas! Destapo la gran bandeja y los aromas fragantes llegan a mi refinado olfato. Lo sabía. Pruebo la delicada sopa de c