Bianca se puso un vestido verde agua floreado largo, y una chaqueta de jean, no tenía ganas de arreglarse mucho pero ese día vería a Maximiliano, no quería verse fea, debía llamar a un taxi para que la condujera hasta la clínica. Al llegar vio que Maximiliano estaba en el lugar conversando con varios médicos, tenía la odiosa costumbre de llegar mucho antes de lo necesario, iba de traje y mantenía un semblante serio.
—¡Bianca! Ella es mi novia —dijo a los hombres con los que conversaba.
—¡Encantado! —dijeron los hombres turnándose, fue una sensación rara para Bianca, era la primera vez que sentía las ventajas de ser la futura esposa de un hombre poderoso e importante al que todos alababan o temían, ella nunca fue ambiciosa, pero podría acostumbrarse, pensó.
Cuando quedaron solos, Maximil
