—Esto es mucho —Anaís estaba con la boca abierta después de hacer el recorrido por la casa —¡me has estafado! —¿Qué tiene la casa? —Evelin, primero es muy lujosa para mi gusto, prefiero algo más sencillo, segundo no se nada de inmobiliaria, pero el precio que me has dicho no es el valor real de esta casa. —¡Por supuesto que lo es! —Claro que no, así que no vengas a meterme conejo por liebre, estoy segura de que el precio real, triplica, multiplica, cuadriplica, quintuplica, sextuplica, el precio que dice ese documento, esto no es una casa, es una mansión, mejor dicho extra mansión. —¡Deja de quejarte, plica! El precio es el acordado y listo, los dueños anteriores, estaban en bancarrota y la vendieron por un precio bajo, ¿contenta? Yo solo aproveché la oferta, porque es la mejor opción