La calma antes de la tormenta, muchas veces no la percibimos, porque pensamos que todo estará así por siempre, pero ¿es así? En la naturaleza, cuando se mira al alrededor, y de repente todo se calma, es como si el viento dejara de soplar que el silencio es tanto que lo hace parecer aterrador. Incluso los pájaros no cantan y regresan a sus nidos. Después los cambios en el aire se empiezan a sentir. Las primeras gotas de lluvia empiezan a caer, a medida que hacen su aparición las nubes negras, anunciando la eminente tormenta. Gerald tenía presente esto, conocía a Jacques y sabía que intentaría por otros medios hacerle daño a Anaís. —Tienes que estar alerta —advirtió su padre. —Lo sé, papá, no quiero que nada malo le pase a Anaís ni mucho menos a Kelvin, por esa razón incremente más la se