Sefora. Se arrodilla abriendo mas las piernas, como que queda casi sentado, engancha mis piernas alzándolas y poniendo una almohada debajo de mis caderas, se acerca mas a mis caderas, se lleva la mano a la boca pasando la lengua y después baja a mi intimidad, me muerdo los labios cuando vuelve a entrar en mi cuerpo. —No te tenses, relájate. —llevo mis manos hacia atrás apoyándolas en la pared viendo como comienza a moverse muy lento dentro de mi, y cada vez que se hace hacia atrás se sale de adentro mío. —Ooh Dios. —¿Te gusta?. —asiento sin decir nada porque recorre mi intimidad con su m*****o. —Por favor Fede no me hagas eso. —¿Y qué te hago?. —entra en mi para volver a salir casi haciéndome llorar—. Si no te relajas no puedo hacer nada. —lo miro de inmediato—. Estás dura Sefora, a