Sus besos eran apasionados, sus manos no se quedaban quietas. Emma estaba muy nerviosa, pero no podía negar que lo deseaba, Joseph por su parte se sentía también nervioso, quería que fuera especial e inolvidable para ella, iba hacer su primera vez, y quería que ella lo recordara siempre. —No tienes idea de cuanto he añorado y he deseado tenerte así, como te tengo en este momento. — dijo agitado, Emma se sonrojó cuando vio la boca de Joseph iba para sus pechos, donde se los mordió por encima del vestido. —Ven — Joseph la jaló con suavidad del brazo y la llevó a su habitación, Emma se quedó en shock al entrar ahí, ya que había una fotografía grande colgada en la pared, la última que se habían tomado en su fiesta de cumpleaños número 12, también notó que en las dos mesitas de noche que tení