Emma estaba muy sorprendida, no podía creer que su padre le ocultara la muerte de su suegro, además ¿Cómo diablos se dió cuenta? Tenía que ir a encararlo, por lo que sin pensarlo se levantó desnuda. Joseph la recorrió con la mirada y de inmediato una parte de su cuerpo empezó a despertar, era tan hermosa, hacer el amor era estupendo pero hacerlo con ella era increíble. Se acercó, poco a poco a su bella princesa, la tomó por la cintura hasta acercarla a él, y empezó a besar su cuello. —Josh.... Joseph ¿Qué haces? — dijo en medio de un jadeo. —Amando.... a... la... mujer... de... mi... vida. — le dijo dejando un beso en cada palabra que decía. Emma olvidó por completo qué era lo que iba hacer, se giró y con sus manos envolvió el cuello de Joseph, para después besarlo con pasión y ganas,