Ahmed apretó los puños con rabia, sus ojos lanzaban destellos de furia mientras observaba la escena en la otra mesa. ¿Cómo se atrevía Aisha a comportarse de esa manera, coqueteando con su amigo, mientras él se veía forzado a lidiar con los niños y aprender a cambiar pañales como si fuera un novato. —¿Papá, por qué te pones tan rojo? —preguntó Mohamed con una sonrisa traviesa, notando la tensión en el rostro de su padre, Ahmed se obligó a relajarse y sonrió forzadamente, no quería que notaran su enojo, Cambell, por su parte, decidió intervenir y hacer la situación aún más divertida. —Oh, Mohamed, papá está tan rojo porque acaba de recibir un premio por ser el papá más increíble del mundo al cambiar el pañal de tu hermano, ¿No es así, Ahmed? —dijo Cambell con una mirada traviesa. Ahmed b