Narra Leandro Me estoy escabullendo como un maldito adolescente en mi propia puta casa. La idea me repugna, pero no puedo arriesgarme a que Valeria se entere de lo de Odalis y de mí todavía. Todo el día tuve que verla hablar con los más jóvenes y ver cómo todos la desnudaban con la mirada. Me volvió jodidamente loco. Estoy cansado de andar a escondidas, soy un hombre adulto con necesidades, y no debería avergonzarme de ellas y sin embargo… lo estoy. Tuve que activar el encanto con la agente inmobiliaria rubia solo para asegurarme de que John y Monica no se dieran cuenta de que estaba mirando a su hija. Esta situación es tan jodida, pero parece que no puedo sacarla de mi mente. Ahora aquí estoy sentado en mi sala de estar en completa oscuridad, esperando que Odalis baje. Valeria y Odal