Capitulo 58.
Anabella lo ignora y Alejandro no puede evitar pensar que dijo cosas demás, no puede recordar y eso lo inquieta, pero nada se compara con este corto paseo que han dado.
— Buen día, David.
— Niña, pero que bueno que apareciste, tengo que contarte algo de…— David se da vuelta y se queda helado al ver a Alejandro. — Buen día, no estás sola.
— No, ven, permíteme presentarte a Alejandro Castros.
— Es un placer. — Dice Alejandro extendiendo su mano.
— Es un gusto, mi nombre es David Alcalá.
— David, lo he traído porque está en busca de una vivienda o departamento en la ciudad, como tú conoces a muchas personas, quizás podrías ayudarlo.
— Si, por supuesto, haré unas llamadas a ver qué logramos, ¿Les parece?
— Si, está bien.
Anabella aprovecha la visita para convers
