Un rico en apuro

Capitulo 4

Esa noche Paul llama a Edward para encontrarse en un bar.

— ¿Que ha sucedido? — pregunto Edward.

—Ella aceptó el trabajo, no puedo creer que Karen estará conmigo nuevamente.

—Oye Romeo, no te hagas tantas ilusiones, que ella haya aceptado la oferta laboral, no significa que ya son parejas.

—Lo se, pero me da una oportunidad de no perder todo.

—Yo ya te lo dije, entregale la presidencia a Virginia y así no te angustias tanto por conquistar a Karen, imagínate que ella se de cuenta que necesitas casarte con ella lo más pronto posible, solo por no perder un simple puesto.

—No sigas diciendo eso, verás que conseguiré las dos cosas.

—Al final yo solo soy un simple trabajador de ustedes, yo no tengo nada en riesgo, es tu empresa, tu contrata al personal que desee, con tal que a mí me funcione como trabajador no tendré problema que la contrates para ese puesto.

—Llegara en dos días, le dije que primero tenía que arreglar unos asuntos con ese puesto.

—Si, como reactivarlo nuevamente y ver qué haces para justificarlo.

Edward se fue, sabía que de continúa ahí podría terminar peleando con Paul por las decisiones imprudente que está tomando; Al día siguiente lo primero que hizo Paul fue ir a la oficina de su padre.

—Papa quiero pedirte un favor.

—Te escuchó.

—Quiero que me autorices la rehabilitación del puesto de Asistente financiero.

El señor dejo de revisar los documentos que tenía, los puso a un costado y se inclino sobre su mesa.

— ¿Por qué de un momento a otro te ha interesado nuevamente ese puesto, sabes muy bien que lleva un par de meses sin personal, además tú fuiste uno de lo que consideraron ese puesto innecesario, por la cantidad de personal que ya administra Edward.

—Lo se papá, pero última Edward pasa muy ocupado, le vendría bien un poco de ayuda.

—Si ese es el caso ¿Por qué no ha venido primero el? ¿Que pretendes hacer con ese puesto?

—¿Por qué siempre piensas que es algo para beneficiarme? Simplemente estoy pensando en todo el trabajo que tiene Edward.

—Dame la hoja de vida, yo mismo la entrevistaré, si consideró que no es una persona adecuada para el puesto, olvídate que lo habilitare de nuevo.

—Hay un detalle con eso..

—Dejas de darle tantas vueltas al asunto, dime qué sucede.

—Es la persona que vino ayer para entrevista,

—Entonces la joven te ha gustado y quieres darle un mejor puesto para intentar tener una aventura, tal como lo has hecho con muchas mujeres de esta empresa.

—No seas exagerado.

—Dame la hoja de vida, no puedes hacer nada bueno.

Paul saca la hoja de vida del maletín, al tenerlo en una carpeta, había olvidado que recortó la foto.

—Se hecha a notar que no estás interesado, tan así que has quitado la foto.

Llamo a su secretaria, le dió el número de Karen para que la llamara, a los minutos estaba la llamada establecida.

—Buenos días Señorita Karen, mi nombre es James Spirit, me ha llegado su hoja de vida, quisiera entrevistarla para el puesto de Asistente financiero, la entrevista sería en una hora ¿Está de acuerdo?

Paul estaba nerviosa, sin saber lo que ella le pueda decir a su padre.

—Muy bien, aquí la estaré esperando, en la recepción diga que tiene una cita conmigo, daré instrucciones para que no la detengan.

En eso el Sr. James corto lo llamada.

—Cuando está muchacha venga no quiero que te le acerques, si realmente merece el puesto, tendrá que demostrarlo.

—Gracias por considerarlo

—Solo espero que no intentes de hacer alguna clase de jugareta para quedarte con esta silla.

—No iniciemos con eso, mejor me retiro

Paul fue a la oficina de Edward.

—Cualquier cosa tu hablaste conmigo sobre la reapertura de la plaza — dijo Paúl

— ¿De qué hablas?

—Ya he hablado con mi padre, cree que estoy haciendo ésto para conquistar a la chica.

—Si es la verdad, al final sabes que he podido trabajar bien sin esa plaza.

—No me vayas a hundir, mi padre la llamada para entrevistarla directamente, quiere saber cómo es y escuchar un poco de su experiencia laboral.

—A mí me parece una gran idea, así te evitas problemas con Virginia.

—Esta bien, ahora solo toca esperar que no diga nada cuando la reconozca, olvide que había recortado su foto y me reclamó por eso.

—Te pasas, como se te ocurre hacer eso, se te olvidó que también lo tienes que llevar a recursos humanos.

—Solamente lo olvide en ese momento, mejor me voy antes que me sigas reclamando más.

Mientras tanto Karen se alisto lo más rápido posible, si antes quería dar una buena impresión por un puesto de secretaria, ahora tenía que dar una mejor imagen para el puesto de Asistente, además que sería con el mismo presidente.

El taxi anuncia su llegada, ella toma otra copia de su hoja de vida, algo que ha aprendido es siempre andar una copia a mano, el taxista empieza a notar que movía mucho las piernas.

—Tranquila no este nerviosa, no le haré daño —dijo el taxista.

—No, no estoy nerviosa por usted realmente.

—Entonces va a una entrevista.

— ¿Por qué lo dice?

—Llevo bastante tiempo en esta profesión para saber porque las personas se pueden poner nerviosa, créame la opción más común en las mujeres es r taxista, de ahí son otros motivos, pero en su caso al verla tan arreglada, lo primero que pienso es una entrevista de trabajo, además de la carpeta que lleva en su mano, habitual en los aspirantes.

—Si que es muy buen observador.

—Como le dije es solo mi trabajo, también tengo que estar atento a posibles amenazas, no todas las personas son lo que aparentan.

A los pocos minutos llegaron al inmenso edificio.

—Le deseo mucha suerte, se mira que usted es muy preparada, estoy seguro que la plaza es suya.

—Ojala así sea.

El taxista se retira y Karen entra al edificio.