Para Karen almorzar con Virginia fue como abrir viejas heridas, cuando Paul intento acercarse a ella nuevamente, ella evitaba que se le acercara. — ¿Que sucede? ¿Por que ahora no me quieres hablar? — dijo Paul. —Para que me sigas diciendo tus mentiras, al final no has cambiado en nada, las lagrimas que derramaste el día que puse fin a nuestro compromiso, solo fueron lagrimas de cocodrilo, fue como quitarte a tu mayor estorbo y darle rienda suelta a tu vida de mujeriego. Paul no sabia que decirle, al final después de esa ruptura, ha perdido la cuenta de cuantas mujeres ha estado, pero con ninguna podía encontrar la felicidad que tenia cuando estaba con Karen. —Sabes, tienes razón, puede que haya estado con un sin fin de mujeres, pero a ninguna he amado como te he amado a ti, desde que t