Dean Pov Fue bastante gracioso ver cómo Julianne entraba a su casa tratando de lucir lo menos cansada posible, su madre no tiene ni idea de lo que hicimos, pues se veía muy convencida cuando le dije que fuimos al cine y a cenar. Sin más que hacer, regreso a casa para seguir trabajando y seguir con mi vida aburrida. He rechazado las millones de llamadas que recibo de Francia, todas seguramente de mi mejor amigo, pero es para no mismo, para decirme que mis padres quieren que regrese. El trabajo vale la pena cuando recuerdo que puedo ver más a Julianne, no solo en el consultorio, sino en el salón también. Esto lo repito cada vez que veo todos los trabajos que tengo que calificar, y los informes que tengo que analizar. Después de dos horas arden mis ojos, y tallo mi rostro por f