Capitulo II

1039 Words
“En Cierto modo todos nos asemejamos a nuestro Dolor” Dos días después. Vamos en la camioneta de mis tías maternas. Abunda un silencio sepulcral y es entendible vamos al funeral de nuestros padres. Mantengo en mis piernas a la pequeña Mía que ahora no se percata de la situación. Voy tan sumergida en mis pensamientos que no me percato de que ya habíamos llegado. Bajo de la camioneta con Mía en mis brazos y que lleva un vestido de color blanco... Adelante van Amunet y Addison, llevando las cenizas y un cuadro con la foto de nuestros padres. Papá mamá –Balbucea la pequeña llamando nuestra atención. Addison y Amunet se voltean esta última sonríe, pero Addison empieza a correr. Amunet- llamó su atención y mientras le paso a Mía. Sigo a Addison y la encuentro derrumbada bajo un tronco. Un vago recuerdo llega a mi mente. Mamá, Papá - Grita Addison. ¿Qué pasa pequeña? - le pregunta papá acercándose. No me dejan subir- se queja señalando hacia arriba donde estábamos Amunet y yo. ¿No crees que eres muy pequeña para subir tan alto, linda? - trata de convencerla Papá. Yo quiero subir como mis hermanas- insiste ella. Te digo algo-le dice papá. -De pequeño mis hermanos no me dejaban subir a los árboles porque podría caer y lastimarme y eso me enojaba mucho ya que Yo quería ser como ellos, pero mientras crecía me di cuenta que lo que hacían para Protegerme-Le Cuenta papá a lo que ella escucha atentamente. ¿No te dejaban subir a los árboles porque eras muy pequeño? - pregunta No me dejaron, Sino hasta cuando Cumplí 12 años y esa vez cuando lo encontré me caí y tus tíos estaban muy preocupados por mí - sigue Papá Pero yo quería subir- dice afrodita Bueno y ¿si mejor vamos por helado te parece? -dice Joey. ¿Del sabor que quiera? - dice afrodita con una sonrisa Del que tú quieras linda - le responde él. Sonrió mientras vuelvo a la realidad. Addison- digo llamando su atención. —Vete Ágatha Linda, no llores a nuestros padres no les gustaría verte así- insisto. Ellos ya no están Ágatha - dice llorando aún más. -Tu Papa hacia que hablar con afrodita y convencerla fuera más fácil- -No te necesito en este momento, pero esta vez tienes razón. - respondo. -¿Como que esta vez?, Yo Siempre tengo Razón- Ignoro esa vocecita que cada vez se vuelve más desesperante. -Cariño ellos siempre van a estar con nosotras- trato de calmarla. Ella me mira y noto que sus ojos están irritados. El abrazo mientras murmura algo que no logro escuchar. Me alejo de ella y me levanto extendiendo una mano para que ella se levante, la toma y nos ponemos en marcha. Aunque no quiera aceptarlo murieron, y eso duele, quema y lastima, pero debemos superarlo. -Gracias Ágatha— agradece rompiendo el silencio. - ¿Porque? - Pregunto extrañada. -Por estar aquí e intentar llenar el vacío que dejaron nuestros padres, porque, aunque estas sufriendo igual que nosotras sigues de pie ayudándonos a avanzar- Me agradece. -No intento llenar nada Afrodita, es mi deber protegerlas somos hermanas y no hay nada que agradecer. - Le recuerdo Ella sonríe y nos encaminamos hacia la entrada de la capilla. Nos dirigimos hacia donde están Amunet y Mía sentadas y nos acomodamos en nuestros asientos. **** 3 horas después. ¿Cómo te preparan para decirle Adiós a tus padres sabiendo que nunca los volverás a ver? Como te preparan, ¿Para solo dejar de escuchar los regaños de tu madre? Cómo te preparan simplemente para... ¿No escuchar la voz de tus padres nunca más? -Joey y Alina Duppont, fueron el ejemplo de un matrimonio feliz y unos padres comprensivos, recuerdo que de niña no podía dormir y me imaginaba distintos escenarios, La muerte de mis padres siempre me atormentaba, era un dolor tan inmenso, pero trate de acostumbrarme al él, para que cuando llegara ese día que, aunque prefería que fuera nunca, no me doliera tanto, pero ¿saben algo? Hoy estando aquí viviéndolo en carne propia me doy cuenta que ese dolor que sentía de pequeña no es ni la pequeña pisca de lo que siento ahora. -Hoy estoy frente a ustedes, hablándoles de la hermosa sonrisa de Alina y el Característico humor de Joey, porque aunque nos los hayan arrebatado, ellos siempre estarán en nuestra mente como en el corazón de cada una de mis hermanas, solía preguntarme ¿porque a ellos? ¿Que clase de mounstro le arrebata sus padres a una bebé? La muerte de mis padres marca un antes y un después en mi vida,y estoy delante de ustedes prometiendo que el culpable de la muerte de mis padres pagará cada respiro que dió luego de hacer tal aberración. Doy fin a mi discurso lanzado una clara advertencia. -En nombre de mis hermanas, les agradecemos que nos acompañen en este momento. Nos dirigimos hacia los estacionamientos para ir a una pequeña reunión que organizo nuestra tía. Estamos a unos metros de la camioneta cuando llaman a nuestras espaldas. -Señoritas Duppont- volteamos y nuestras caras son de asombro. -Familia D'Angelo que sorpresa tenerlos aquí. – Saludo. -Señorita Ágatha nuestro más sentido pésame a usted y a sus hermanas- dice el señor D'Angelo. nos limitamos a asentir. El incómodo silencio fue interrumpido por Afrodita. -Preferiríamos que se ahorre y nos ahorre esta clase de momentos incomodos, Ya que a mi parecer seria demasiada hipocresía, venir aquí y hacer como si nada ha pasado a dar condolencia a su competencia, y pretender que las aceptaremos. -Si alguien quisiera muertos a mis padres seria usted y su esposa, así que le pido que se ahorre su palabrería y se quite del Camino- sigue Addison llamando la atención de las personas que pasaban por nuestro lado. Me toma por sorpresa la reacción de Addison asi que procedo a disculparme con el Señor D’Angelo. -Señor D’Angelo, le pido que la entienda, es la presión del momento– se disculpa Amunet -No te preocupes querida, entendemos. – la tranquiliza y noto su sinceridad. Sin más rodeo nos dirigimos a la camioneta. Ya quiero que el día acabe.
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