―Hace un rato te dije que no siempre tuve sexo con las mismas amigas, hubo otras. Me acuerdo de Erika, una rubia preciosa, con unos ojos azules atrapantes, unas tetas impresionantes y un culo de infarto. Ella era muy amiga de una de mis mejores amigas. Erika no “jugaba” con nosotras, pero eso cambió una noche en la que volvimos a casa después de la discoteca, yo estaba algo pasadita de tragos, y eso me hizo perder mucho la inhibición. Apenas entramos a la casa de mi amiga, dije: “Rubia, ¡qué buen culo tenés! te lo estuve mirando toda la noche. Me gusta tanto que si te bajás la tanga, te juro que te chupo el orto”. Erika se lo tomó con gracia y miró a la otra chica confundida. Entonces mi amiga le dijo: “Mirá que habla en serio. Esta te chupa el orto de verdad”. >No sé si la rubia acce
Download by scanning the QR code to get countless free stories and daily updated books