[JULIETA]
Si hay algo en lo que Mateo es experto, es en mantener mi curiosidad hasta el último minuto. Esta vez, no le basto con simplemente no decirme a dónde íbamos, sino que también vendo mis ojos apenas la limusina se estaciono frente a un edificio frente a la costa.
—Eres el rey del suspenso. — bromeo y lo escucho reír.
—Créeme que tengo un porqué de esto. — me dice bajito y voy escuchando diferentes ruidos —te daré mi mano para ayudarte a bajar de la limusina, ¿sí? — me explica y asiento —confía en mí. — me pide y realmente no es necesario que lo haga, si hay una cosa que él me inspira, es confianza.
Voy siguiendo sus pasos por donde me va guiando y estoy entre nerviosa y ansiosa —¿falta mucho? — pregunto y sus manos ahora en mi cintura hace mis nervios sean aún mayores.
—Casi
