Escena XXI CLAUDIO, LAERTES Gabinete del Rey. Claudio Sin duda tu rectitud aprobará ya mi descargo y me darás lugar en el corazón como a tu amigo; después que has oído, con pruebas evidentes, que el matador de tu noble padre, conspiraba contra mi vida. Laertes Claramente se manifiesta... Pero, decidme ¿por qué no procedéis contra excesos tan graves y culpables? Cuando vuestra prudencia, vuestra grandeza, vuestra propia seguridad, todas las consideraciones juntas deberían excitaros tan particularmente a reprimirlos. Claudio Por dos razones, que aunque tal vez las juzgarás débiles; para mí han sido muy poderosas. Una es, que la Reina su madre vive pendiente casi de sus miradas, y al mismo tiempo (sea desgracia o felicidad mía) tan estrechamente unió el amor mi vida y mi alma a la de