Capítulo 01.

1527 Words
Una noche tranquila. La lejana luna es testigo de que dicha noche, entra completamente en la norma. Sin nada a destacar, a las 10 p.m, Jordan sale de la casa de su hermano, en medio de una amena charla. Esa noche, su cuñada le había invitado a comer, invitación que aceptó gustoso debido a sus 2 sobrinos. Ha pasado un año y medio desde la muerte de su padre y por ello, intentan reunirse a menudo. La hermana mayor de Jordan, una maestra de primaria, le había pedido ayuda aquella noche, razón por la que se distrae un momento en medio de su salida. Cosa que, el hermano de en medio, mayor que Jordan, siempre le ha dicho. HnoM- ¿Quién le dijo que fuera bueno con las manualidades? Éste comentario, hace a su cuñada reír. Rodando los ojos con fastidio y un puchero, Jordan se cruza de brazos. En ese momento, las risas se ven interrumpidas, suena un golpe dentro de la casa, los sobrinos de 9 y 4 años de Jordan, se gritan mutuamente. En un intento por no ser regañados, se culpan entre sí, haciendo un escándalo. Razón por la que su cuñada entra en la casa, mientras su hermano observa todo desde la puerta. Jordan, luego de un par de minutos de escuchar los gritos en la casa, todo debido a una copa rota, está a punto de volver a entrar. Cuando un toque extraño en su cabello castaño claro le alerta, pensando que es un insecto, sacude su corto cabello estilo mohawk. Observando el jardín al escuchar un aleteo, Jordan camina hasta la valla, logrando observar una pequeña criatura negra volando. Por un momento pensó en un ave, sin embargo, un chillido del animal le deja claro qué especie es. Un murciélago. Claro que Jordan no logra verlo en detalle, con una sonrisa, llama a su hermano y cuñada para que vean a la criatura, acercándose más a la valla, la cual limita con un terreno inutilizado amplio, el cual está hundido 2 metros. Jordan- ¡Walter, Carmen! ¡Vengan vean! Con esto, su hermano se asoma, viendo como Jordan se acerca cada vez más a la valla. HnoM- ¡Jordan, tenga cuidado! Vea que usted es torpecito y si se cae ahí, fijo lo muerde una víbora. Chasqueando su lengua, Jordan hace caso omiso, apoyando sus manos en la valla. Segundos después, su cuñada se asoma por la puerta, observando con ojos entrecerrados a la criatura cercana a Jordan. C- ¿Eso es un..? ¿Qué es? Volteando solamente un poco su cabeza, haciendo contacto visual de medio lado con su cuñada, Jordan sonríe. Jordan- Es un murciélago, acaba de.. ¡! Interrumpiendo la línea de pensamientos de Jordan, la pequeña criatura de 15 centímetros lo toma desprevenido, abalanzándose a él. Tomando de la camisa a Jordan con las garras de sus patitas traseras, jala de él, desestabilizándolo y haciéndole caer. Jordan solamente pudo cerrar los ojos, luego de ver cómo la gravedad lo volteaba, mostrándole el oscuro cielo azul, pincelado con pocas nubes. De una manera que no entiende, terminó cayendo de cara, la cuál, protegió con sus brazos, un par de minutos después de lo que pensó, llevándose un golpe aún más contundente de lo que previó. No sintió el suave césped, ni huele el rocío humedeciendo la tierra, tampoco escucha a los grillos cantándole a la luna. Al abrir los ojos, ve un suelo de piedra, iluminado por luces cálidas. Lo cuál explica el duro golpe que le hace temblar al intentar levantarse. Murmullos y sonidos de víctoreo le hacen levantar la vista, encontrándose con lo que parece ser un salón de ladrillos y rocas, de un estilo antiguo, repleto de personas vestidas con túnicas. Cubriendo su rostro con máscaras de media cara distintas, elegantes, en un tono blanco, sonríen observando a Jordan. Quien siente un escalofrío recorrer su espalda, mientras miles de pensamientos se agolpan en su cabeza. ¿Ha quedado en coma por el golpe quizás? ¿Está soñando? ¿Es una broma? ¿Quizás el brownie de la cena tenía alucinógenos? Creyéndose delirante, Jordan se levanta, palideciendo mientras observa a su alrededor. El murciélago que había visto, se encuentra en el hombro de cierto hombre, uno que se encuentra junto a lo que parece una gran mesa de piedra. Sobre aquella piedra, se encuentra un bulto, chorreante de sangre. No se necesita ser un genio para saber que el hombre con el cuchillo ensangrentado que parte las vísceras, es quien lo ha hecho, ya que incluso su ropa porta algunas gotas de sangre. La capucha de este hombre también es diferente, es roja vino, con detalles en dorado. Con el chasquido de los dedos del hombre, otro hombre sube, caminando hacia Jordan. El robusto hombre, de alrededor de 2 metros de alto, le da un fuerte puñetazo a Jordan, dejándole inconsciente. Lo último que ve Jordan con sus ojos llorosos, es al que parece ser el líder, darle un trozo de carne al murciélago, para luego tirar el pequeño cuerpo que tenía en la mesa, fuera del estrado. Jordan estuvo seguro en ese momento, mientras se desvanecía, que era un niño lo que había en aquel mesón. Con un golpe en su estómago, Jordan despertó de golpe, vomitando inmediatamente. Tosiendo mientras sus ojos se ponen llorosos, Jordan recibe otro golpe en el rostro, el cual voltea su cara en un solo movimiento. Le han amarrado a una 'x' enorme de madera. Aún no hay más luz que la de las antorchas y candelabros, Jordan siente su ojo izquierdo hinchado, su estómago revolverse. Además, en su mente, el dolor no le permite seguir pensando que es una pesadilla. Tirándole agua encima, hacen que Jordan levante el rostro, el cual sangra en la comisura de sus labios y sus cejas. Con unas extrañas palabras del líder, en el que Jordan asume es otro idioma, lo liberan de los grilletes. Jordan apenas si se puede mantener en pie, se siente mareado, sin embargo, es empujado hacia un hombre fornido. El hombre se posiciona de manera extraña, dándole un golpe a Jordan en el momento que este está lo suficientemente cerca. Cayendo de bruces al suelo, Jordan abre lo más que es capaz sus ojos, temiendo por su vida. Nuevamente le colocan de pie, con lo que reafirman el temor de Jordan. Si no pelea, le van a matar a golpes. Aún si logra retrasar su muerte un par de minutos, aún si son solo unos segundos, Jordan está dispuesto a ello. Posicionándose, levanta sus brazos con dificultad, sintiéndose sin fuerza. Jordan había recibido clases de defensa personal de niño, pero a sus 20 años ya no recuerda nada de ello, solo mantiene su flexibilidad y quizás un par de movimientos. Sin más experiencia que un par de peleas en el colegio, Jordan es golpeado rápidamente en tantos lugares, que se siente desfallecer. Su contrincante es alto, fuerte, entrenado. Le toma unos minutos a Jordan calentar, sintiéndose lo suficientemente capaz para centrarle más de 3 golpes a su contrincante, lo que hizo a Jordan sentir una ligera esperanza. Más se distrae. Un grito, a un costado, hace a Jordan voltear. Una niña habla de manera suplicante mientras le toman del cabello, siendo arrastrada hacia la mesa aún cubierta con sangre, en tanto el líder parece beber té. Jordan no logra ver más debido al golpe que le hace ver todo en blanco por un instante, haciéndole casi quebrar su nariz contra el piso. Por un momento, a oídos de Jordan, el salón quedó en silencio. Hasta que poco a poco, los gritos de la niña vuelven a sus oídos. Desgarradores gritos, de la pequeña que es lentamente mutilada, cuya voz se ve levemente ahogada por su propia sangre. Jordan solamente da un vistazo, para voltear inmediatamente en shock. La imagen de la niña cuyos ojos se voltean en cada doloroso corte, su cuerpo marcado con extraños símbolos, la sangre caliente que se derrama de la mesa cómo un fino mantel. Su adversario ríe ante su reacción, acercándose lentamente, listo en su posición para darle otro golpe a Jordan. Jordan- ..sta.. Con voz tenue dice Jordan, sintiendo sus ojos humedecerse. Jordan- ..asta.. Repite el joven de blanca piel, con expresión horrorizada. Jordan- ¡Basta! Grita Jordan de manera sorpresiva, alertando a todos en el salón, mientras la bilis en su estómago intenta subir por su garganta. Todos se quedan estáticos, mirándolo. La niña, ya no hace un solo ruido, dando su último respiro después de tan horrible tortura. Jordan no nota esto, en su estado, lleno de frustración, lo único que puede hacer es gritar, maldiciendo una y otra vez a los adultos del salón. Jordan- ¡Maldit*s! ¡Mald*tos encapuchados! ¡Raritos de ropa de Shrek! Los gritos de Jordan, el goteo de la sangre y los chillidos del murciélago, es todo lo que se escucha en el salón. Jordan- ¡¿Por qué no se matan entre ustedes, encapuchados de mi*rda?! Con estas palabras, llenas de intención, gritadas a todo pulmón. Jordan se detiene a respirar, encogiéndose levemente, sintiendo como una extraña brisa se arremolina a su alrededor.
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