El primer beso de una persona a la que siempre uno tuvo ganas de besar, siempre está lleno de expectativa y emoción, pero también de dudas, y todas esas cosas son las que había tenido Emma al momento en que sus bocas se separaron y él fue por agua y volvió hacia ella sin haber echo ni un solo comentario al respecto de lo que había ocurrido entre los dos. Todas esas preguntas seguían fantaseando de lado de lado por su cabeza, sin poderle permitir qué emitiera un solo sonido o comentario al respecto, manteniendo la calma y la cordura para el afuera y fingiendo que no estaba realmente inquieta y alucinando por dentro. —Gracias.— Murmura. Simplemente basta con ver a Jay, para darse cuenta que reaccionar. Aúnque, si Emma era completamente sincera no tenían nada en sí entre los dos, más que