CAPÍTULO VEINTE
En el medio del círculo de las Callanish Stones mientras miraba la puesta del sol color rojo sangre con los hombres de Rynd, Kyle sentía que nunca había estado tan contento. Estaba de vuelta en la antigua Escocia, en un lugar de poder para los vampiros, en el Festival de Samhain, el día más oscuro del año, y rodeado de decenas de compañeros vampiros tan sádicos como él. Finalmente, se sentía en casa.
Miró a su alrededor, y vio a los hombres de Rynd torturando y masacrando un ser humano inocente tras otro, alimentándose de su sangre, arrancándole extremidad por extremidad. Kyle había comido también toda la tarde hasta que el sol se puso poco a poco, y se sentía más satisfecho de lo que había estado en siglos. Era el inicio de una noche increíble.
Y lo mejor estaba aún p
