Pasé al baño para darme una pequeña ducha, había viajado durante muchas horas y me sentía sucia, lleve mi neceser y traté de no demorarme demasiado porque no sabía si en ese lugar el agua era escaso o no, lo que no pensé fue que el agua saldría totalmente fría, es decir, había una ducha de esas típicas duchas que si las ves sabes que saldrá agua caliente, pero no, el agua me tomó totalmente desprevenida y es que dirán, pues porque no la dejó calentar, y no lo hice por lo mismo de que no sabía si el agua tenía límite o no, dejarla caer sin aprovecharla podría ser peor. —¡j***r! — grité cagándome de frío, la puerta del baño se abrió y un Joshua medio adormilado me miró de arriba hacia abajo con la boca medio abierta. Cubrí mis partes con las manos. —¡Vete! — le grité, él me observó un