3 Omegas y 1 Alfa tratantando de sanar.
Entonces los últimos monitoreos eran tensos, ya que la ecógrafo que ignoraba a mi padre, y mi madre ofendidísimo.
Hasta que al final arreglaron sus diferencias y quedaron como amigos.
El dichado parto llego, ese día no dormí, estaba nervioso, sudaba, me sudaba la panza así que con un trapito le quitaba el sudor. Las contracciones era cada vez más seguidas.
—Ufuf, tranquila nena, ya en un ratito ya en un ratito —Es que se movía como si estuviese afuera...
—Vamos Patricio, yo te acompaño al parto.
Iba a ser nuestra madre, pero debido a problemas técnicos por lo que ahora se encontraba en el piso con los ojos abiertos, en un ataque de pánico siendo abanicado por Lionel, mientras le lloraban los ojos. Al parecer aún hay muchas cosas para sanar.
Fuimos a la clínica, me prepararon para la sala de partos no sin antes un último monitoreo. —Perfecta, la reina está desesperada por salir, y ver a su mami.
Entonces justo me estaban por llevar a la sala de partos, pero no aguante, sinceramente no aguante siempre de los 3 fui muy reservado y me contenía en decirlo, pero lo necesitaba no queria hacerlo, necesitaba lo necesitaba —Marcos llamalo, dile que venga necesito a mi mami...
....
Aquella pesadilla, azotaba su mente, y si nada era real, si en realidad nadie lo salvo, si nadie lo hizo si todo era parte de su mente enferma creo para soportar su realidad.
Si en realidad su padre jamas lo salvo, alli se veia en una cama.
Sin piernas, su vientre era grande, aquel tipo aquel monstruo dormía a su lado, mientras él cargaba un collar en el cuello, que lo ataba en la cama, mientras en el piso de aquella sucia habitación muchas cabezitas rubias dormian en el piso, 1, 2, 3, 4, 5 ... ¿12? No eran mas, cuando más contaba más eran. —Y esos son solo los más chicos, los más grandes ya están listos para recibir así que aprenderán a ganarse el pan.
Por lo que la puerta se abrio, viendose aquellas sombras, los trillizos mayores para luego mas sombras aparecer atras, más y más, hasta el infinito llenandose de esas sombras viendolos todos a él.
—Asegurense de que su madre no huya jamas.
Por lo que el mayor, que lideraba a todos, saco una sierra.
—Quizas no necesites brazos..
—Patricio no, Patricio. —Por lo que la sierra, corto ambas extremidades de mi... Carcelero.
—¿Qué hacen? Idiotas.
—Pensaste que lastimaríamos a nuestra madre, y no a ti que nos has golpeado, abusado, vendido sin importar nuestras súplicas.
Acabaremos con esta pesadilla de una vez por todas, se acabo el juego. —Y como si fueran una plaga aquellas miles de sombras iban tomando formas, todos eran identicos a mi distintos tamaños e alturas, alfas, betas, omegas, niñas e niños. Todos se fueron a él y empezaron a despedazarlo, despedazar a aquel mounstro.
Para luego ir reduciendo en numero, hasta solo quedar ellos 3, solo ellos 3.
—Te necesito mami.
Para despertar de ese sueño extraño —Patricio, la niña, el parto.
Por lo que se fue corriendo a la clínica para encontrarlo allí esperándolo llorando.
-Quiero a mi mami...
Continuara...