Sus ojos, sus gestos, su manera mordaz e irónica, todo la hace idéntica a mí, y aunque no la pedí, la vida la envolvió en papel de celofán y la puso en mi puerta. Zack Un silencio sepulcral se instala entre todos, las miradas viajan de uno al otro pasando sobre mí y sobre Sasha, una idea se forma en mi cabeza, pero la rechazo en seguida, es imposible que algo así haya pasado. Me rio mentalmente al tiempo que niego con la cabeza viendo lo ilógico y absurdo de la situación. —Es un chiste, una broma de mal gusto ¿Cierto? —inquiero con voz temblorosa y tratando de sonar normal. La mayor de las niñas rueda los ojos con fastidio y deja escapar un suspiro., suelta a la niña y se acerca a Sasha, su manera de andar es idéntica a la de mi ex, lo que me hace tragar grueso. —¿Es en serio, mamá