Desde la última sesión de fotos con Lautaro, a Matías le costó armarse de valor para seguir adelante con el proyecto. Tuvo que abandonar las absurdas fantasías de tener “jueguitos íntimos” con su madre, y centrarse en la verdadera razón por la que habían puesto en marcha este emprendimiento: el dinero. De momento estaban bien económicamente, los pagos seguían llegando; pero él era consciente de que si no continuaban produciendo material de calidad, se quedarían en bancarrota en poco tiempo. Tenía un trabajo excelente, y no podía perderlo por culpa de sus actitudes infantiles y egoístas. Contactó con la agencia alemana, les envió un nuevo pack de fotos, en las que ya se podía ver a Nicol teniendo sexo con Lautaro. Además encargó un nuevo conjunto erótico para su madre. Luego de intercambi