Después de cenar, Carlitos se fue a su habitación y sus padres a la suya. Alba esperó a ver si esa noche tocaba sexo, pero Manuel se quedó dormido al instante. Como otras muchas noches, Alba usó sus dedos para consolarse a si misma, pero esa noche en vez de estimularse mentalmente con alguna escena follando con su marido, lo hizo visualizando la polla de su hijo. Su calentura aumentó pensando que sentiría al tener ese armatoste dentro. Un escalofrío recorrió su cuerpo al imaginarlo. Se metía dos dedos y decidió probar con tres pensando en el grosor de la v***a. No tardó en correrse, y está vez fue más abundante que otras veces. Se le habían mojado las bragas y sin hacer ruido cogió otras del cajón donde las guardaba y se fue al baño para limpiarse y cambiarse. Al pasar junto a la habitac