Alba ya se había corrido leyendo el relato, pero no fue suficiente para que su calentura cesara. Seguía tan excitada que se atrevió a seguir la conversación sin saber dónde podría acabar. Volvió a pensar en la historia que le había contado Víctor, pero ahora poniéndose ella en el lugar de su mujer. Volvió a introducirse el consolador profundamente mientras daba un largo suspiro y escribió la respuesta sin pensar en las consecuencias. + Nunca me han follado así, pero creo… que me gustaría. + Por qué no te pasas mañana un rato por la oficina y tomamos un café… hablando de ello? En ese momento se dio cuenta de lo que había escrito y en el lío en el que se acababa de meter. La pregunta de Víctor era una proposición clara de llegar a algo más de lo simplemente escrito, y aunque en el fondo l