Nada te cuesta

2189 Words

—Entonces dale, —ella se puso de rodillas en el piso y cerró los ojo—. Acabame en la cara… espero que salga mucha leche. Matías sintió una potente ráfaga de calentura en todo su cuerpo. Se masturbó tan rápido como pudo, y muy cerca de la cara de su madre; tanto que a veces le terminaba dando golpecitos con la v***a, o se la frotaba por los labios. A Nicol no pareció molestarle ésto, por lo que él deslizó el glande por todo el ancho de esa preciosa boca; primero hacia un lado, luego hacia el otro, y repitió la acción varias veces. La rubia se dio cuenta de que su hijo necesitaba algo de ayuda para acabar, ella sabía cómo dársela, pero no era correcto. Él solito podía realizar el trabajo. Sin embargo esa v***a estaba tan pegada a su boca que la tentación de hacer algo era inmensa. Abrió lev

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD