Capitulo 1
Sain Honoré, París, Francia.
Complejo residencial de los Waldorf Hudson.
10: 31AM.
Bajo las escaleras despacio con este tremendo dolor de cabeza, necesito un vaso de jugo de naranja muy frío, hacen demasiado ruido aquí.
—¿¡¡Dónde están las sirvientas cuando las necesito!!?
—¡¡Nathalie!!, ¡niña!, ¡por Dios!, ¿¡recuerdas como llegaste anoche!?, ¡estabas bastante ebria y gritando por toda la sala!, ¡acaso quieres volverme loca!.
—Abuela ya cálmate, habla bajito, no grites por favor, que siento que mi cabeza va a explotar.
—Ojalá se te explote niña, a ver si aprendes de una vez por todas a no andar de fiesta en fiesta, alcoholizándote.
—Abue, solo fue una noche, deja de ser tan aguafiestas, ya sé que cuando tú eras joven también te gustaba el relajo, picarona. Déjame disfrutar un poquito.
—No, Nathalie, di lo que quieras, además no es la primera vez que lo haces, no voy a tolerar más tus relajos, puede que a tus padres no les importe nada más que vivir gastando el dinero, pero a mí si y de ahora en adelante las cosas van a cambiar para bien.
—¡Que!, y ahora que se te ocurrió nanita, ya se, me vas a encerrar aquí, no, ya se, me vas a mandar a un convento, espera, me vas a enviar a la torre más alta en París para que nunca vuelva a salir jajajaja ay abuelita ya estoy muy crecidita y a punto de terminar mi carrera de diseño de modas, no creo que haya algo que pueda controlarme.
—Ríe lo que quieras, ya te conozco y sé que todo lo tomas en broma, pero como te parece que hay una manera.
—Si, y cuál es esa manera según tú nanita.
—Voy a buscar un esposo para ti, ya es hora de que cambies, necesitas un hombre a tu lado para que te controle, yo me rindo contigo.
—¡¡Pero que cosas dices abuela!!, ¡¡nanita!!, ¡¡como consideras que me vaya a casar!!, tú y tus bromitas fantasiosas. —Me acomodo en el sofá relajada y sonrió sin creer nada a la abuela.
—No es broma mi Nathalie, voy a buscar un esposo para ti, justo como yo lo deseo, es así como todo va a cambiar.
Y tú te vas a casar con él, apenas termines tu carrera que es en un mes aproximadamente.
—¡¡Ay no!!, ¡¡ay no!!. — Me levanto del sofá, agarro mi cabeza y empiezo a dar vueltas por toda la sala en negación rotunda.
—¡¡Ay si!!, ¡¡Ay si!! jajajajaja.
—Abuela, no te burles de mí, no ves que estás a punto de matarme, mira mi corazón, siento un dolor en mi pecho. —Me tiro al suelo, dando vueltas mirando a la abuela con dolor fingido.
—Deja de hacer tanto drama Nathalie, ya tienes 26 años, para mi eres una niña todavía pero en realidad es hora de madurar.
Te ves muy graciosa rodando en el suelo, pero ya crece, solo es un matrimonio, ya hablé con tus padres, ahora están en un crucero por el Caribe y aceptaron, así que no tienes más remedio que ceder.
—¡¡No!!, ¡¡no quiero!!, no me obligues a esto, además como crees que voy a casarme con un extraño, que tal sea un loco psicópata, me encierre en una jaula y no me deje salir o peor aún un asesino en serie, y me mate. No quiero. —Miro a la abuela haciendo pucheros con mi boca y me siento a su lado.
—Jajajajaja, hoy andas muy graciosa y más melodramática que de costumbre, no te preocupes cariño, te traeré un hombre guapo, inteligente, sin problemas de psicopatía, Multimillonario y de buena familia.
—¿Puedo rehusarme?, ¿Y si me niego a esto que vas a hacerme?
—No vas a tener esa empresa de modas con la que siempre has soñado toda tu vida, ni dinero, ni tarjetas, mucho menos comodidades, no nada, tendrás que buscar tu vida por si sola.
—¡¡Que!!, mira abuelita que estás de una maldad, ten compasión de mi, porque eres así conmigo, si soy tu nieta adorada, esta bien, pues me iré y haré mi propia vida, no me importa.
—Seguro hija, mira que tú te has criado aquí como una reina, que vas a hacer, cómo vas a comprar todas esas ropas caras, ¿cómo es que les dices tú!, esas que tanto te gustan.
—Mis outfis nanita, outfis, tienes razón, ¡¡¡Nooooooo!!, ¡¡no puedo!!
—¡¡Que son esos gritos!!, ¡voy a quedar sorda!— mi hermanita Lori de once años un tanto lambonsita y entrometida.
—Nada pequeña lori, tu hermana que arma alborotos por nada.
—¡¡¡Por nada!!!, por Dios la abuela quiere que me casé con un desconocido, si no va a quitarme todo, y no te estés riendo lori, que eso también te lo va a ser a ti cuando crezcas, eso es seguro.
—Solo has caso a la abuela Nathalie, ya estás muy grande y te comportas como una niña, solo haces berrinches.
—Cállate Lori, ustedes dos me van a enloquecer, se pusieron de acuerdo para dañar mi día, mejor me voy a mi habitación, no quiero seguir escuchándolas.
—¡Prepárate Nathalie, pronto te casarás!
Subo corriendo las escaleras, entro y cierro la puerta de mi habitación, me paro en la ventana de mi hermoso balcón con vista a la hermosa París y no puedo imaginar mi vida casada, la abuela me está haciendo la vida tan complicada, pero no me puedo casar con el hombre que ella elija, y que tal si es feo, y no me gusta.
Creo que debo buscarlo yo misma, al menos debe permitirme el hecho de que sea atractivo a mis ojos, si voy a tener que verle la cara todos los días, ¡¡todos los días!!, ¡Cielo santo!, sentí escalofríos, ¡iuuuu!, ¡no puedo con esto!
Cómo yo un alma tan libre voy a querer vivir atada a un desconocido.
Debo hablar con la abuela y decirle que yo misma voy a buscar un esposo que a mí me guste...