Me levantaba con el corazon revoloteado. Habia tenido varios sueños y en todos ellos Tyler me invadía, lo odiaba, lo detestaba, quería echarle acido, y aun asi en todos mis sueños recapitulaba el apasionado beso que nos dimos. Su beso me habia dejado con que mas podia ofrecerme. A pesar de que el era un anciano se veía demasiado bien. Cuando lo vi nadando en la playa mientras jugaba con Victoria me habia dado cuenta de sus pectorales, formados, definido, me daban ganas de lamer cada uno de esos cuadros ¿Me dejaría? No, el me tenia un odio insoportable. Me arreglaba, tenia como objetivo intentar limar aspereza pues Kai me visito en la noche, el me comento que debía entender a Tyler, que seria un proceso largo. No me explico que le paso, pero me dijo que como su compañera debía ayudarle a superar todo lo que pudiera.
—Bien, solo comenzare de nuevo con el, como si nada paso, ignorare todo lo que paso anteriormente y solo tendré que empezar de nuevo.
Tras cambiarme me dirigía a la puerta notando una pared de madera cubriendo mi puerta. Hice una muy leve mueca, al intentar empujarlo no podia ¡El idiota habia bloqueado mi puerta!
—¡Pero es que es loco! —chillaba de rabia— ¡Como quiere Kai que me lleve contigo si me quieres hacer la vida imposible! —rugía con una furia exasperante.
Desde el otro lado escuchaba una risa ronca.
—Muy buenos días niñata endemoniada ¿Te gusta mi regalo?
—¡Viejo decrepito quita esto!
—¡Que no estoy viejo! —se escuchaban unos insultos en irlandés— te voy a ayudar…..si te vas hoy mismo del retiro.
—Buen intento señor anciano, déjame salir.
—No, te quedaras ahí para que pienses en lo mala que has sido campanita.
Escuchaba pasos en la escalera.
«El no es loco para dejarme aquí»
«¿Verdad?»
«¡Verdad!»
Con algo de ansiedad me dirigía hacia mi ventana notando que definitivamente Tyler bajaba las escaleras de mi cabaña silbando completamente alegre. Desde donde estaba notaba que lo que bloqueaba mi puerta era un sofá.
—¿En serio moviste este mueble en la noche para molestarme? Me….me…..me haces sentir…… ¡Enojada!
Gritaba con tanta fuerza que notaba como Tyler me miraba, su sonrisa era tan encantadora que no parecía la de un hombre que se divirtiera incomodándome. El solo utilizo dos de sus dedos en señal de despedida.
—Toma esto como respuesta a la serenata y la patada a los huevos que me diste días atrás.
—¡Tyler mueve el mueble!
—No —respondía calmadamente— mientras yo esté aquí me encargare de hacer tu vida miserable.
—Tyler…..—respiraba lentamente para calmar la furia de mi cabeza—por favor….
—No, y será mejor que te apure para que Kai no te llame la atención.
Con una enorme risa solo se despedía. El me enojaba, me cabreaba, me llenaba de emociones que odiaba sentir. Con dificultad me lance desde mi ventana cayendo con dificultad en la arena.
—¡Que te voy a matar! ¡Ah!
Gritaba con una fuerza increíble que me sorprendió no haber hecho temblar mi alrededor.
—Vaya —una voz calmada se escuchaba— ¿Estas bien?
Alzaba mi mirada notando a Cristian con una bolsa llena de caracoles. Mi mirada se dirigió a el como si se le hubiera salido un tornillo.
—Son para Victoria, le prometí que le traería caracoles para que decore —agregaba de manera relajada— No me respondiste ¿Estas bien?
—¡No! Tyler…..Tyler…..Tyler me hace ¡Enojar! Bloqueo la puerta de mi cabaña.
Él se dirigía a mi puerta notando el sofá.
—¿Por qué arrastro el sofá de la señora Mahina hasta aquí?
—Porque quiere que me vaya…El sofá pesa mucho y no puedo moverlo.
—Agarra esto —me pasaba la bolsa de caracoles— yo te ayudare.
Tras Cristian ayudarme intentaba planear como vengarme, pero se hizo complicado porque Kai me pidió trabajar en solitario ese día. Estaba estresada, molesta algo que Ronaldo pareció notar. El me abrazo con fuerza como si fuéramos amigos de toda la vida.
—¿Por qué tan enojada? Se te harán arrugas.
—Estoy estresada —suspire levemente.
—Mmm —recostó su cabeza en mi hombro— ¿Quieres venir al pueblo con nosotros? Hoy tienen noche de karaoke en el bar, vamos una dos veces al mes para distraernos de la playa.
—¡Si! Lo que sea para no matar a la momia de mi vecino.
Aquello pareció alegrar a Ronaldo.
—Bueno, te veo a las siete asi que prepararte, ponte bonita.
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Esa noche me habia vestido con un pantalón de leggin negros, una blusa negra a juego junto a mi saco de lentejuela que combinaba con mis botines. Ronaldo le habia pedido la camioneta al señor Harry para poder transportar a Beatrice, Mimi, Cristian y a mi. El bar era cómodo, con una barra donde todos tomaba, aunque nosotros solo nos dedicábamos a relajarnos. Habíamos pasado algunas dos horas donde Ronaldo nos habia invitado varias margaritas aunque el no tomaba pues conduciría.
—¡Que haces tu aquí!
De reojo miraba hacia detrás de mi, notaba a Tyler totalmente rojo mientras su mirada me taladraban.
—¿Disculpa?
—¡Por que estas aquí! Se supone que eres mi compañera ¡Porque demonios yo no sabia donde estabas! Te he estado buscando toda la noche hasta que Mahina me dijo que estaban en el pueblo ¡Los he estado buscando por toda la noche!
—Tyler, bájale dos rayitas a tu tono —Mimi disparaba mientras tomaba su margarita— será mejor que relajes el pene y te sientes.
—¡Como se la llevan sin avisarme! Me estaba volviendo loco.
—Me extraña, pensé que no querías saber de ella —replico de manera burlesca Ronaldo— ¿Te gusta Danielle?
—¡No!...es solo….que como su compañero debo saber dónde esta ella….
Su tono de voz fue un leve murmuro, pero al final termino sentándose en la silla libre a mi lado. Me sentía algo incomoda ¿Acaso el era bipolar? Tal vez. Escuchaba a varias personas cantar, yo miraba emocionada el escenario pues cantar era estar en mis aguas.
—Oye Danielle.
Alce mi mirada azulada hacia Ronaldo— ¿Si?
—Porque no nos canta una canción —sonrío un poco— ve, diviértete.
—No —replico Tyler— ella no cantara.
—¿Qué no cantare? Como porque
—Porque no te lo permito.
—¡Ja! Anciano no te creas, no eres nada importante para mi.
—Me importa una mierda lo que digas, no cantaras, seguramente lo haces mal.
« ¡Ah no! ¡Esto es personal!»
— Anciano, mientras más me digas que no haga algo, lo haré cien veces más y con más gusto —una amplia sonrisa pícara llena de secretos se vislumbraba de mis labios — Ahora siéntate y intenta no correrte mientras me ves —le guiñaba uno de mis ojos de manera coqueta.
Me dirigía a la parte trasera donde estaba el dj donde le pedí específicamente una canción en instrumental. Mientras el buscaba la canción yo comencé a hacer estiramiento pues me aseguraría de que el entendiera que si el odiaba a los cantantes, lo torturaría esa noche de todas las maneras posibles. Desde la distancia lo notaba intentarse levantarse algo que fue evitado por una sonriente Mimi y Ronaldo mientras Cristian solo lo miraba de una manera tan glacial que era sorprendente. Ataba mi cabello en una coleta, acomodaba mi pantalón Leggins
—Señorita, ya puede subir tengo la canción.
—Perfecto.
El dueño del bar me pregunto mi nombre solo presentándome como Danny y tras mi breve y corta presentación subi al escenario colocándome delante del micrófono.
Canción: Better thing por: Aespa
El instrumental comenzó a sonar, mi voz comenzó a fluir con la música.
— Oh, oh-oh, got better things to do with my time
Better things to do with my time,
do with my time than you—al decir la palabra you le apuntaba sonriéndole de manera coqueta sin dejar de cantar.
Esa noche le demostraría a Tyler que si odiaba a los cantantes yo lo torturaría con mi voz, hasta que no le quedara de otra que seguirla. Sin dejar de cantar me iba retirando lentamente mi saco de lentejuela seductoramente haciéndolo girar al mismo ritmo de la música el cual lance a un hombre que estaba cerca del escenario embelesado conmigo.
—Wasn't ever sure if I trust you
But I'm so goddamn sure my energy is just too precious to waste
Retirando el micrófono del estandarte comenzando a caminar por el escenario dando leves saltitos, seguía el ritmo de la música para recorrerlo bajando por la escalera del escenario. Movía mi mano izquierda de un lado a otro por el ritmo de la música como si eso pusiera en un hechizo a los presentes. Recorría el bar mientras el reflecto me seguía, caminaba con estilo pero lo que no esperaba era la mirada intensa de Tyler a la distancia. Su visión estaba totalmente en el movimiento de mis caderas ensombrecida, tragando en seco. Sin dejar de cantar llegaba hasta la barra donde un hombre me ayudaba a subir con la ayuda de una silla. Al estar en la barra continuaba dejando mi voz controlar el momento, con mi tacón le daba un suave empujón a un vaso wiski que tenía delante haciéndolo recorrer toda la barra, camino que yo seguía continuando con mi baile de caderas dejando mi voz controlar a todos como títeres. El barman me ayudaba retirando las bebidas como si se imaginara lo que iba a hacer.
—Better things to do with my time, do with my time than you (Yes)
Me despatillaba en la barra del bar algo que provoco que alguien silbara a la distancia. Sabia que estaba causando un show, pero mi mirada seguía fija en Tyler sin dejar de cantar con una mirada y sonrisa totalmente coqueta. Con destreza movía mis piernas para sentarme notando a un hombre acercarse a mí, con mi dedo índice le levantaba la barbilla manteniendo mi contacto en el sin dejar de cantar. Notaba que el quería acercarse algo que evite saltando de la barra comenzando a caminar danzando al ritmo de la música moviendo mis caderas. Me acercaba a nuestra mesa notando a Tyler levantarse, pero lo evite con un golpe de cadera haciendo que se sentara. Sonreía guiñándole un ojo levantaba mi pierna para tocar su pectorales demostrando mi flexibilidad.
—I know you wanna know me, wanna know me
Wanna know all about me, wanna know about me
But he can't have me 'cause I'm gone, no-no, know
Bajaba mi pierna con agilidad notando a Tyler queriendo levantarse de nuevo a lo cual con mi mano lo empujé a la silla, con mi pie abría sus piernas dejándome espacio para sentarme, pero lo que hice fue subirme a su silla rosando su entrepierna con mis tacones. Ronaldo me ayudándome a subir a la mesa mientras seguía cantando, dejándose llevar por mí. Sin dejar de cantar movía toda mi cadera dándome una nalgada delante del rostro de Tyler escuchando un leve gruñido, riendo me daba la vuelta usando mi mano como un anzuelo para que me viera a los ojos, su mirada parecían una llamarada listos por explotar.
Sin dejar de cantar noto a Cristian ofrecerme su mano la cual acepte para ayudarme a bajar, pero el solo se agacho levemente ofreciéndome su hombro para sentarme en el la cual acepte. Sentada en el hombro derecho de Cristian me sujetaba con mi mano izquierda de su cabeza mientras con mi mano derecha sujetaba el micrófono sin dejar de cantar siendo llevada al escenario. Al estar tan acostumbrada a hacer estos tipos de acrobacias mientras cantaba para mi esto era un juego de niños el cual el publico en ese bar estaban disfrutando. Al llegar al escenario colocaba el micrófono al estandarte continuando con la canción, las personas que había en aquel bar estaban totalmente enloquecidos mientras yo continuaba con la canción, algunos me grababan, otros solo aplaudían emocionados ¿Habían tantas personas en ese bar? No, muchos parecían que habían escuchado la conmoción y entrado para ver que pasaba.
— (Hey) I got better
(Hey) Things to do
With my time.
Continuaba cantando, dejándome llevar por el grito emocionado de los presentes mientras terminaba de cantar la canción. Aunque muchas veces ser artista significaba sentirme sola lo adoraba simplemente porque dejaba mi voz ser completamente libre.
Tyler ????
Mi mirada estaba completamente fija en aquella campanita que bailaba siendo rodeada de tantas luces que era imposible no sentirse cautivado. Sentía una presión en mi entrepierna por lo cual disimuladamente entre la mano en mi bolsillo para acomodar mi miembr0 que estaba totalmente erecto. Aquella endemoniada muchacha me habia puesto duro con su flexibilidad de pierna, no pude evitar imaginarla abriendo las piernas como lo hizo en esa barra mientras yo la penetraba.
—Tyler si no cierras tu boca se te meterán las moscas—la voz juzgadora de Beatrice me devolvía a la realidad.
—Yo si me imagino que es lo que el quiere que se le meta en su boca esta noche—Ronaldo reía de manera burlesca a dándole un sorbo a su jugo.
—Dios mío Ronaldo, no puedes decir eso.
—Mimi, no te hagas tu estas pensando lo mismo que yo.
—Tienes razón, pero tu lo dijiste en voz alta —con delicadeza ella choco su vaso de margarita con el vaso de Ronaldo.
—A mi lo que me impresiona es la capacidad que tiene de cantar y hacer esas acrobacias sin perder el tono de voz —Cristian miraba fijamente el escenario.
Todos hablaban entretenidos pero mi visión estaba en esa niñata infernal, esa noche debía meterme entre su pierna. Ella era la culpable de mi erección y la haría pagar lo que me ha hecho. Primero con torturarme mentalmente con sus pechos dos veces y ahora con lo que hizo. Ella era rodeada de varias personas algo que me hizo sentir extremadamente enojado por lo cual me levante siendo arrastrado a ella. Ignore que Beatrice me llamara, por ahora solo quería a alguien a mi lado la cual sonreía de manera alegre al dueño del bar.
—Señorita, es muy buena ¿le gustaría trabajar con nosotros? Un par de noche, solo déjeme tenerla.
—No puede tenerla porque ella me pertenece—jaloneaba por la muñeca a Danielle haciendo que chocara en mis pectorales— Ella no es del lugar asi que no podrá venir a cantarte ni hoy ni nunca.
Mi mirada asesina se posaba en el, sabia que el desde que vio a Danielle cantar sus ojos no dejaban de seguirla, inspeccionarla, devorarla. Esa chiquilla iba a ser mía por lo que quedara el resto del mes y no dejaría que nadie o nada me la arrebatara.
—No deberías responder por tu novia.
—Ella no es….
—No somos nada —Danielle retiraba su mano de mi agarre mirándome con asco— Lo siento, pero tendré que declinar su invitación ya que solo cante porque un amigo me reto.
—¿En serio? Eres muy buena, deberías intentar incursionar como artista, te iria muy bien.
—¿En serio lo crees? —ella sonrío con coquetería— me alegra que diga eso ya que alguien estaba dudando de mi talento.
—Pues permítame decirle, el que dijo eso es un completo idiota —entraba su mano en su bolsillo pasándole una tarjeta— Si cambias de opinión…..llámame, estaré disponible para lo que quieras preciosa —sonrío guiñando su ojo.
¡Quería matarlo! Sentía que el lo hacia solo para provocarme. Danielle solo agradeció el gesto dirigiéndose a la mesa donde estábamos sentados, yo sin comprender la seguía totalmente hipnotizado, atraído como si fuese la abeja reina y yo su simple obrera.
—Vaya, sabia que por tu timbre de voz debías cantar bien pero no imagine que cantaras tan bien en vivo mientras hacían tantas piruetas—Ronaldo le pasaba un vaso de agua con un sorbete a Danielle.
—Mi representante nos exigía siempre practicar bailando en tacones o haciendo ejercicios algo extremos —sonreía de manera orgullosa— doce horas de practicas sirven para algo ¿No creen?
Danielle hablaba completamente con los chicos, pero mi visión estaba totalmente perdida en ella. Sus caderas me aniquilaron, sus labios mientras cantaban me hicieron volar la cabeza ¿Cómo seria sentir esos labios carnosos en mi pene? No, no podia quedarme con la duda. Definitivamente iba a buscar cualquier excusa para ir a su cabaña esa noche e intentar hacerla mía. Quería escucharla jadear mi nombre, era algo carnal, mi cerebro comenzaba a pelear con mi miembr0 pues se suponía que la odiaba, pero quería enterrarme en ella esa noche. La podría en contra la pared mientras la bombardeaba, quería escucharla pedirme clemencia mientras me hundía en ella, estaba enloqueciéndome al imaginarme a Danielle jadear mi nombre enloquecida de placer.
—Tyler, si miras asi a Danielle voy a empezar a buscar una orden de restricción por acoso.
El comentario de Ronaldo hizo que todos los de la mesa posaran su mirada en mí, me sentía incomodo a lo cual solo mire de reojo hacia otro lado.
—Yo….ire al baño.
Nervioso me dirigía al baño ¿Qué me pasaba? No lo sabía, no habia sentido una atracción por ninguna mujer desde Elizabeth, muchas mujeres habían pasado por el retiro, salía mucho al pueblo y nunca tuve ese sentimiento tan demoledor de meterme en alguien. En el baño me lavaba por un buen rato con agua fría la cara intentando calmarme para bajar mi erección tan latente. Respire lento hasta que por fin mi amigo decidió dejar de pensar en meterse entre las piernas de aquella loca cantante. La música retumbaba tanto que se escuchaba en donde estaba.
—Tyler, cálmate, solo te sorprendió que bailara asi, solo debes sacarla del campamento y todo volverá a la normalidad.
Hablaba conmigo mismo en el espejo como si aquello me hiciera calmar. Debí haber estado por alrededor de quince minutos calmando mis nervios, pero como no hacerlo si esa endemoniada niña me puso a mil solo con su baile. Al salir del baño escuchaba un grito proveniente del baño de mujeres.
—¡Alguien! ¡Ayuda! ¡No me toques!
Mi cerebro se puso en alerta, conocía esa voz por lo que entre en el baño de mujeres encontrando a un hombre encima de Danielle sometiéndole las manos y los pies con uno de sus tirantes de blusa roto. Danielle estaba llena de lágrimas.
—¡Tyler ayúdame por favor!—grito con desesperación.
Mi cuerpo se lleno de ira, mi rostro se endureció, sin pensármelo dos veces corría hacia donde estaba ese hombre para golpearlo con fuerza obligándolo a despegarse de Danielle.
—¡Que demonios haces maldito!
Le propinaba golpe tras golpe enloqueciéndome como si el fuera un saco de boxeo ¿Acaso la toco? ¿Le hizo algo indebido? Mi colera comenzó a aumentar a puntos astronómicos golpeando a ese hombre de una manera tan monstruosa que le podia desfigurar la cara. Mi mente solo tenia la imagen de Danielle en el suelo siendo toqueteada como si quisieran violarla con su rostro lleno de terror sollozando.
—¿La tocaste? ¡Maldito te voy a matar!
No podia controlarme, escuchaba gritos, pero toda mi atención estaba en golpear a ese hombre que habia osado tocar a Danielle.
—¡Tyler! ¡Ya! Vas a matarlo.
Cristian me sujetaba con fuerza despegándome del tipo, tenía una furia tan grande que no me habia dado cuenta que le habia molido el rostro del tipo que parecía estar ebrio. La seguridad del bar habia entrando notando la situación.
—Les pediré a todos que salgan del bar.
Cristian me mantenía sujetado en una cadena tan asombrosa que no se podia negar que era un militar. Con la llave que aun mantenía me sacaba del bar siendo seguido por los chicos y Danielle que aun tenia un rostro conmocionado y algo alterado.
—Danielle ¿Estas bien? Que paso.
Beatrice hablaba por fin cuando salíamos del bar.
—Yo fui al baño, cuando salía ese hombre se me pego a mí y comenzó a toquetearme los pechos…..gritaba pero nadie me escuchaba —sus lágrimas caían —pensé que me iba…..me iba a violar……pero llegaste tu Tyler…..
Sus ojos llorosos se posaban en mi mientras hasta que por fin fui liberado por Cristian. Mi corazon dio un vuelco de emociones desconocidas por mí, sin importarme nada ni nadie corría hacia Danielle abrazándola con fuerza, un abrazo que dejaba descargar todos mis nervios y emociones, la adrenalina del momento se estaba descargando en ella. Me dio tanto pánico que algo le pasara a Danielle y yo no pudiera hacer nada, no comprendía porque quería y tenia la necesidad de cuidarla como nunca tuve con nadie.
—….Yo te protegeré de quien sea Danielle…..no permitiré que nada te pase….cree en mi…..quédate conmigo yo te protegeré.
Esas palabras salieron de manera impulsiva, mi cerebro no estaba procesando lo que estaba diciendo, quien hablaba en esos momentos era mi corazon.