Narra Hannah.
Sé que lo que le hice a Daren fue exagerado, haberlo echo esperar para que siempre fuera la misma respuesta, pero quería atrasar la relación lo más que se pudiera, porque aunque estoy dispuesta a intentarlo sigue siendo algo nuevo para mí y tenía algo de miedo, ya que con el tiempo las parejas empiezan a odiarse más, pero tenía que intentarlo y aprovechar cada momento de felicidad, como este.
Le di otro profundo beso a Daren, como dije quería aprovechar cada minuto. En el beso escuché a alguien toser a nuestro lado y me separé de Daren para ver quién era.
-Dereck- le dije sorprendida.
-¿Entonces ya formalizaron algo?- nos preguntó y Daren me tomó de la cintura para jalarme junto a él.
-Sí-le contesto Daren con una sonrisa que parecía decir "Te gané", me hizo sentir como un premio pero no le quería reclamar nada, apenas empezábamos la relación y no quería arruinarlo con mi negatividad.
-Bien, pues me alegro por ustedes-dijo Dereck.
-Ajá- le siguió contestando Daren.
-Nos vemos- se despidió Dereck.
Después de que se perdiera de vista le di un pequeño golpe a Daren en el brazo.
-Te gusta hacerlo sentir mal ¿no es así?-
-Absolutamente- me contestó satisfecho y yo no pude evitar rodar los ojos y sonreír.
-Hay que ir con los demás- le dije.
-No- me respondió.
-¿No?-
-Es que no quiero que se enteren que andamos, no aún-
-¿Por qué?- Le pregunté.
-No me mal entiendas, amo estar contigo y quiero que todo el mundo se entere, pero si yo tuve que esperar tanto para saber tú respuesta los demás tendrán que hacerlo también- De todas formas Laila ya lo sabe pensé.
-Eso es algo malo de tu parte, muy raro en ti-
-¿Y qué? No olvides que soy un hada nocturna-
-Sabes a veces pienso que es al revés, que tú eres un hada del amor y yo una nocturna-
-Bueno… a decir verdad, no creo que el don nos defina mucho como persona-
Lo que dijo Daren me recordó a lo que me dijo mi madre "Se tú misma, no importa que tipo de hada vayas a ser". No pude hacer otra cosa más que besar nuevamente a Daren, él echo de que me hiciera recordarla me hizo quererlo mucho más.
-¿Entonces a dónde quieres ir?- Le pregunté después de separar nuestros labios.
-Es una sorpresa-
-Pensé que no te gustaban las sorpresas-
-No cuando son para mí-me dijo mientras caminábamos, más bien casi trotabamos.
Daren me llevó al patio y me pidió cerrar los ojos, me guió tomándome por los hombros. Después me detuvo y pude sentir su respiración cerca de mi cuello.
-Ábrelos- me susurro al oído.
Estábamos en el invernadero, había luces por todos lados, pero no como las navideñas, luces que parecían flotar, como luciérnagas pero en vez de tener un color amarillo eran luces blancas, había flores de distintos colores, pero todas de tonos pastel, además de unas cuantas plantas frutales, jamás había entrado pero me imaginaba que no siempre se veía así y lo noté aún más porque había una mesa de centro con un sillón largo, en la mesa había muchos bocadillos y golosinas, incluyendo pastelillos, chocolates y regaliz.
-¿Tú hiciste esto?- Le pregunté.
-Sí-me contestó orgulloso. -Bueno con un poco de ayuda-admitió.
-¿De quién?-
-De una profesora, después te explico-
-¿Entonces sí sabías que te diría que si?- Le pregunté.
-La verdad no-
-¿Me estas diciendo que hiciste todo esto sin saber una respuesta?-
A lo que él asintió.
-Estás completamente loco- afirmé y él comenzó a reírse.
-Probablemente sí- me contestó -Ven vamos a sentarnos-
-Sabes me hubiera sentido horriblemente mal si te hubiera dicho que no y tu hayas preparado esto en vano-
-No lo creo, porque no te hubieras enterado-
No me convenció su respuesta y él pareció haberlo notado.
-Además eso no sucedió, ahora somos novios y estamos aquí- agregó.
-Mmm esta bien-Le dije no muy convencida mientras tomaba un pastelillo.
-¿No quieres comer otra cosa primero?-
-No quisiera poner reglas en nuestro noviazgo, pero jamás me vuelvas a interrumpir mientras estoy comiendo y eso va para todos los demás-
-Dilo de nuevo-me pidió con una sonrisa.
-¿Qué jamás me vuelvas a interrumpir mientras estoy comiendo?-
-No, lo otro.-
-¿Cuál?-
-El nuestro noviazgo-
-¿Por qué quieres que lo diga?- Le pregunté tratando de no sonar nerviosa, lo cual para nada funcionó.
-Suena muy bien saliendo de tus labios-dijo acercándose a mí.
-Sabes qué, ya no lo diré más- yo soy el tipo de personas que no suele expresar sus sentimientos o decir este tipo de cosas, a veces las digo sin pensar.
-Vamos amor, por favor- me dijo rozando su nariz en mi cuello, lo cual me hizo sentir escalofríos. Al ver que yo seguía sin decirle me dio un pequeño beso en el cuello y luego se dirigió a mis labios.
-Por favor- me suplicaba entre besos hasta que decidió morderme el labio inferior y me quejé un poco. -¿Me dirás?-
Me preguntó y yo no pude hacer otra cosa más que asentir.
-Quiero que NUESTRO noviazgo dure mucho tiempo- Le dije y él sonrió ampliamente y volvió a besarme.
-Me gustas Hannah, me gustas mucho- me dijo entre besos nuevamente.
-Tú también me gustas-le respondí y rodee con mis brazos su cuello.
Estuvimos así un pequeño rato para después separarnos.
-¿Entonces qué quieres que coma?- Le pregunté después y sonrió.
-No te prohíbo comer nada pero creo que primero va la comida y después el postre-
-¿Y cuál es la comida?- Pregunté volteando para otros lados tratando de buscarla, él sonrió y se fue un momento para después regresar con la comida, la cual por cierto era una rebanada de carne con un poco de salsa rara encima y espagueti a un lado.
-Voila- me dijo dándome mi plato.
-¿Entonces le pediste a los cocineros la comida?- Le pregunté.
-Qué poco romántica eres-me dijo y no pude evitar reírme.
-Te recuerdo que ya lo sabías antes de ser mi novio y no pienso repetir lo que acabo de decir- A lo que él solo sonrió divertido.
-Lo sé…- me dijo -Y no, no lo prepararon los cocineros, yo hice esta comida-
-Entonces no debería comerla- bromee.
-Ja, ja, ja muy graciosa, para tú información soy un gran cocinero-
-¿Entonces si sabes cocinar?-
-Pues prueba la comida y lo sabrás-
Obedecí lo que me dijo y probé la comida, no podía creerlo sabía exquisitamente rica y creo que él se dio cuenta de que me había encantado, ya que mi cara lo reflejaba todo.
-No lo puedo creer esto sabe muy rico- le dije aun con la boca algo llena.
-Me alegro que te guste-
-¿Cómo es que sabes cocinar?- Le dije mientras seguía comiendo y él me miraba.
-Vaya primera pregunta que haces con respecto a mí-
-Lo siento, no suelo preguntarle tanto a las personas sobre su vida porque no me gusta hablar de la mía-
-¿Y a mí me dirás?-
-Supongo que sí, aunque no hay mucho que decir, tal vez te lo diga más adelante, pero ahora responde a mi pregunta-
-Pues soy huérfano, así que tuve que aprender después de salir del orfanato, además es algo que me gusta hacer- en ese momento me sentí muy mal, no me imagino cómo habría sido su vida y me sentí aún peor porque a pesar de ser mi novio no lo conocía como yo creía, eso tendría que cambiar.
-Lo siento- fue lo único que pude decir.
-Esta bien, pero no quiero que me tengas lástima, no me gusta eso-
-De acuerdo, lo entiendo-
-Bien, terminemos de comer-
Cuando terminamos de comer empezamos por los dulces y bocadillos, nos pasamos un buen rato comiendo y riendo, pero sobre todo besándonos.
-Es tarde, tenemos que irnos-
Me dijo Daren después de un largo beso, aún no quería irme y tomé mi celular para ver la hora.
-Carajo, es cierto-le dije algo enojada.
-Ya tendremos más tiempo- dijo para tranquilizarme.
-Bien- Le contesté - Hay que irnos- pero antes de irnos no pude evitar tomar muchas fotos del lugar y obviamente muchas con Daren.
Después de irnos nos fuimos a mi habitación ya que Andy me mandó un mensaje diciéndome que estaban ahí.
-Hola- Saludé a todos y Daren entró detrás de mí, la mayoría estaban estudiando pero cuando llegamos todos voltearon a vernos. Parecían estar nerviosos y emocionados.
-¿Entonces?- me preguntó Andy ansiosa.
-¿No pierden el tiempo verdad?- Les dije riéndome.
-¡Hannah!- me gritaron al unísono.
Daren sonrió, ya que se dio cuenta que no era el único al que estresaba.
Tome de la mano de Daren como respuesta.
-Dijo que sí- les terminó por decir Daren.
Después de eso hubo algunos gritos por parte de Andy y tapé mis oídos por sus gritos, ella me abrazó fuertemente.
-Lo sabía- Me dijo Daniel. Para después abrazarme.
-Felicidades-le dijo Mike a Daren para después darle un abrazo y una palmada en la espalda, como todos los hombres lo hacen.
-¿Y tú no nos dirás nada?- Le preguntó Daren a Laila.
Ambas sonreímos de modo cómplice.
-En verdad me alegro por ustedes, estaba a punto de abandonarlos a su suerte- nos dijo mientras abrazaba a Daren y luego a mí.
Esto de los abrazos se me hacía muy exagerado, ni que nos fuéramos a casar o estuviera embarazada, pero no dije nada, no quería arruinar todo como siempre lo hacía.
-La verdad fue algo obvio porque no llegaron en toda la tarde- nos dijo Daniel mientras nosotros nos sentábamos en mi cama.
-Opino lo mismo-le dije.
Se quedaron un rato más y después los chicos se empezaron a despedir pero yo quería caminar un poco, así que los acompañé hasta llegar afuera del edificio. Mike y Daniel se despidieron de mí y se adelantaron.
Daren tomó mi barbilla y alzó mi cabeza para después besarme.
-Creo que hoy tendré los labios irritados después de tantos besos-le dije a Daren.
-¿O sea que ya no quieres besarme?-
-No es lo que dije-
-Lo sé… - me dijo y me dio un pequeño beso en la nariz.
-Es tarde, me tengo que ir-
Lo abracé fuerte.
-¿Te gustó este día?-Le pregunté.
-Creo que es el mejor día que he tenido-me respondió. -¿Y a tí te gustó?-
-Estuvo muy bien para ser nuestro primer día.- le contesté.