Capítulo 11 EL GRAN JUEGO El alborozo en el aduar por el regreso de los viajeros fue enorme, y sirvió en parte para restañar las heridas anímicas producidas por el ataque que habían sufrido por el accionar de Ahmed ben Assaff y sus secuaces. En particular Abdullah, aun consternado por el asesinato de su mujer Alima a manos del traidor, celebró el reencuentro con lo único de real valor que le quedaba en el mundo de modo que el viejo jeque no tuvo reparos en derramar lágrimas producidas por la emoción del evento. -Debo confesar que ya había perdido las esperanzas de volver a tenerte a mi lado. Ahora la venganza ya no es la única razón de mi vida, aunque no he renunciado a ella. Farrah contó a su padre la forma miserable en que Ahmed había matado a Alima, herido a Fadilah y la había rapt