No podía mirar a Dominic a la cara, no podía decirle dónde estaba ya que Anne me había hecho jurar que no diría nada al respecto de ella, y con todo lo que había salido de sus labios en esta noche no estaba tan segura de poder soltar algo, no obviemos aquella advertencia. ¿Y si la persona que la estaba acosando también se enseñaba para tomarla contra mí y contra Dominic?. Simplemente pensar en ello lograba que todos los vellos de mi cuerpo se pusieran de puntas. La mirada enojada que me estaba dando Dominic me hacía sentir pequeña, intimidada y aunque fuera por su bien no me permitía decir nada. -Respóndeme ahora mismo Rebecca.-Ordenó mientras me mantenía acorralada contra la pared y su brazo, no ayudaba el hecho de que, lo que parecía ser una tormenta se estaba avecinando, mordí mi lengu