La llegada del lunes no podía estar de mejor humor. Visitar a mis abuelos logró que reviviera parte de una feliz infancia e inevitablemente preguntaron si ya tenía a alguien en mi vida y con la vergüenza subiendo por mi rostro les había dado una afirmativa. Dijeron con emoción que querían conocer al hombre con el que compartía mi vida, posiblemente se sorprendieron de sobremanera al saber que se trataba de alguien heredero de una gigantesca fortuna y como no, bastante bueno en lo que hace. Omití el detalle de que recientemente nos habíamos peleado y no hablado, también no mencione todas las cosas que habían sucedido anteriormente, como el que casi dormía en las calle o que extrañamente mi mejor amiga me desprecia, me despiden del empleo que tenía y el apartamento donde vivía se infecto d