POV AURORA Su voz me envuelve como el humo, oscura, espesa y vertiginosa. Estoy tan avergonzada que no puedo mirarlo, no puedo moverme, ni siquiera me atrevo a tratar de levantarme, a pesar de que ya no está sosteniéndome. Espero que me limpie, que me arregle el vestido, que me alcance, pero un segundo después escucho el sonido de sus pasos alejándose, y aunque espero unos minutos más, no regresa. Ahí es cuando me golpea. Me tocó por primera vez donde nadie más que yo lo había hecho, me llevó tan cerca de un orgasmo que casi estuve a punto de rogarle, y luego se corrió sobre mi trasero y me dejó aquí. Como una muñeca inflable desechada. Un juguete. Algo para usar y olvidar. Puedo sentirme enrojecer de vergüenza, rabia y humillación. Estuve tan cerca de suplicarle que siguiera ad