Pov Alyssa
El nombre que mis padres me pusieron cuando nací fue Alejandra del Valle, ese es el apellido que era de mi papá, hace cuatro años lo cambie por Alyssa Miranda, por qué muy fácil por imbécil de mi exesposo. El Idiota de Daniel Johns, el típico egocéntrico, caprichoso, machista, narcisista, ególatra, infiel, para tener el paquete completo, hijo de familia adinerada que creía que por eso me había comprado y hacer conmigo como quería. En ese tiempo era una tonta enamorada, y hago énfasis en tonta, el amor es eso, una gran tontería, que te venden como un final feliz. Eso no existe, es pura mentira y yo lo comprobé a los 22 años, me casé con tan solo 20 años, estaba cursando mi segundo año de estudio de química ambiental, como hija de dos ambientalistas que trabajaban en una reserva, yo aprendí el amor por lo mismo, los animales y la naturaleza. Bueno, la cosa es que me case enamorada de mi segundo novio y ese fue ese Idiota, fingió muy bien el psicópata ese, parecía tan bueno y dulce puras patrañas. Cuando nos casamos saco las uñas el infeliz y me empezó a gritar, tratar mal y a obligarme a vestir como una mujer de clase, ya que yo vestía ropa más apropiada a lo que estudiaba, shorts y camisetas, con zapatos de montaña para poder caminar como se debe en donde ocupaba. Según él debía dejar de estudiar, para qué estudia una mujer, si su lugar era el hogar y los hijos, según él, para ese tiempo mi amor propio estaba por el suelo, tonta de mí. Él sí sabía que yo tenía inteligencia y belleza, por eso se casó conmigo. Él muy desgraciado me hizo sentir insegura de mí para que estuviera atada a él, le aguantara todo y me quedara a su lado. Yo seguí estudiando a escondidas, por lo menos en eso no fui tan ciega, bien por mí, una que pegue. La cosa es que cuando cumplíamos dos años de nuestro matrimonio o sea aniversario, yo le dije que estaría afuera, estaba haciendo una práctica de mi estudio, el muy idiota, en dos años no se enteró de que estaba estudiando y ya estaba haciendo mi práctica para graduarme.
Pensé que al ver mi título él se sentiría orgulloso de mí, ya dije que era una grandísima tonta, bueno, lo vuelvo a decir, lo era. Ese día pedí un permiso especial para llegar temprano a casa y así prepararle una sorpresa a, pero la sorpresa me la encontré yo y muy pintoresca por cierto, cuando lo encontré a él, con su dichosa secretaria, una cualquiera, en mi casa y en mi cama cogiendo como desquiciados. No negaré que mi dolor fue mucho, sentí que mi corazón se rompió en pedazos, esos pedazos que nunca nadie repararía. No fui tonta esa vez, no por dicha, los grabe y con eso me divorcie de él, infidelidad con una simple secretaria, eso no le convenía a su familia, lo obligaron a aceptar por las buenas y evitar escándalos, cabe recalcar que no terminamos el matrimonio en buenos términos, ese día que los encontré hizo lo último que podía hacer, abofetearme la cara y eso fue lo que termino de abrirme los ojos, ese día entendí algo los hombres no valen nada y el amor es una porquería, un engaño. Por muy tonta que fuera y enamorada, no permitiría que un hombre me golpeara, le pegue en las pelotas y salí de ahí, no quise nada en el divorcio, se podía quedar con todo, no me importaba, solo quería mi libertad de vuelta y la obtuve.
Por qué tuve que cambiar mi nombre y apellido, fácil por qué el imbécil de Daniel nunca acepto el divorcio o que lo dejara. Eso no era bien visto en su mundo de hipócritas ricos del carajo, que creen que por tener dinero la mujer debe ser un trofeo y ellos cogerse a las que les dé la gana, pues no, yo no era así, él me persiguió, busco y acoso. Le puse medidas de protección y menuda patraña de justicia comprada, no hizo nada, así que cambie mi nombre, me fui de esa ciudad y me mude a un pueblo lejano. Desde entonces me llamo Alyssa Miranda, trabajo con el gobierno viendo los centros ambientales y acuíferos, cuidando de la naturaleza y lo más bello del mundo, los animales, debo aceptar que amo más a los animales que a las personas. Ellos son nobles por naturaleza, no hacen daño, solo sobreviven y casan para alimentarse, simplemente son mejores que los humanos. Pero la vida decidió que no era suficiente, golpes los que me había dado, por qué dos años después mis padres murieron de una forma muy extraña a mi parecer.
Femicidio y suicidio, crimen pasional en la reserva, eso decía el expediente de ellos, por dos años he luchado porque eso se aclare y busquen quién hizo eso. Mi papá nunca le tocaría un pelo a mi mamá, ellos se amaban y mi mamá jamás engañaría a mi papá, todo eso parecía inventado y vi algo extraño, de donde saco un arma mi papá, él nunca había usado u obtenido una, según me dijo un amigo, un contacto interno, me dijo extraoficialmente una persona de mi entera confianza. Que alguien p**o mucho dinero por encubrir esas muertes. Claro, a la familia de la O no les convenía un escándalo de ese tipo, ricos de porquería, que se creen mejor que los demás solo por tener dinero. Así que eso me trae a esto que estoy haciendo hoy.
Al frente de la empresa de la familia de la O, vengo a una entrevista de trabajo para trabajar de supervisora de su hijo en la reserva, un niño rico de más de treinta años que en tres años después sigue haciendo un berrinche por qué enviudo. Como si la muerte no fuera parte de esta vida, jodido sí, pero no es para hacer tanto alboroto. Vengo vestida pulcramente y bien arreglada, dejaron claro que querían una mujer de buen ver, no sé qué buscan, si novia para su hijo o una empleada, caprichosos, pero me toca ponerles buena cara para estar dentro de esa reserva e investigar quién mato a mis padres realmente. Debo aceptar que mi apariencia física ayuda y mucho y con eso tendré el trabajo en el bolsillo, como cambie mi nombre, apellido y en más de ocho años no me ven, estoy segura de que no me reconocerán, más a mi favor el hecho de mi experiencia laboral y recomendaciones. A Mauro lo vi hace años muy poco, no tenía tiempo de ir a ver a mis papás a la reserva, solo ellos me buscaban a mí, debía mantenerme escondida de Daniel y los años atrás estaba ocupada con mis estudios, ahora me arrepiento de eso, él no se veía malo, pero sí un tonto engreído como todos los ricos. Estaba cansado para ese momento, su esposa sí era una mujer muy bondadosa y linda, recuerdo que me trato con tanta amabilidad, pobre mujer no merecía lo que vivió, pero esta vida es así, los buenos se van y los malos se quedan.