Pov Mauro Llegamos a la veterinaria que tenemos en el sitio para atender a los animales que estén heridos. Vuelvo a ver Alyssa y ella se vuelve a poner rígida y ese porte de molestia del primer día, ella no baja la guardia ante los demás y eso solo me demuestra que definitivamente tengo suerte. Ella ya no toma ese porte conmigo, ya no, de hecho se ve más relajada a mi lado a solas claro está y eso me contesta la interrogante que lo que me he estado preguntando y dudando de mí mismo, si le intereso. Si no fuera así, ella como dijo estoy seguro de que no se hubiera acostado conmigo las veces que lo ha hecho y tampoco bajaría la guardia como lo hace. Me acerco a ella y la abrazo de medio lado, me vuelve a ver con esa mirada fría, con la que veía a los demás que poco a poco se va desvanecien