Pov. Min. Mi teléfono sonó, me removí de la cama y cogí mi celular de la cómoda, eran las seis de la mañana, voltee a ver a mi costado y Lujan seguía dormido, mis ojos picaban por el rastro de lágrimas que quedaron en ellos. —¿Aló?— contesté medio dormido, tenía el cabello alborotado, decidí sentarme. —Cariño, ¿Cómo estás?— Oh, era mi madre, sonreí y terminé de despertar. —¿Mamá, bien y usted?, me agrada que llame pero ¿Por qué tan temprano?— pregunté porque enserio era muy temprano. —¿Mi nieto está bien?— cuando me enteré de mi embarazo llamé a mi familia y se los conté, no les ocultaría esa realidad, ellos se pusieron felices, como dije, esperaban tener un nieto pronto. —Sí.— sonreí ellos aún no sabían su sExxo.— y es un varoncito.— tuve que alejar el teléfono de mi oreja porqu