Creí que para este momento el ya habría salido de la habitación, pero al salir del baño semi vestida él me mira sentado desde el borde de la cama. Aún no se ha cambiado y sigue con ese bóxer que marca todos sus atributos puesto y con esa maldita sensual sonrisa de lado que posee. —¿Crees que puedes hacer lo que has hecho e irte como si nada?— me pregunta serio y decido ignorar su comentario para entrar al enorme guardarropa y escoger algo de lo poco que he traído. Dejo caer la toalla al suelo para quedarme tan solo en lencería de encaje color azul y a los pocos segundos escucho sus pasos entrar detrás de mí. —Tendré que ir de compras. — comento como si nada estuviese pasando. El silencio se rompe cuando su mano me sorprende en mi espalda. Recorre todo el centro con sus dedos y debo res