Sus ojos se oscurecieron pasión mientras me miraba detenidamente, sus manos se movían para agarrar mis caderas con firmeza.
-Eres tan hermosa, ¿lo sabías? Realmente mi joya más preciada-.dijo presionando un beso en cada montículo de mis pecho.
Continuó besando y pasando su lengua dejando un rastro caliente mientras bajaba por mi estómago y más.
-Tan hermosa que a veces duele mirarte y no tenerte bajo de mi -. susurró contra mi estómago, dejando tiernos besos en mi piel.
-Una diosa encarnada...Verdaderamente la única mujer digna de ser la madre de mis hijos -
Si qué tenía la boca llena de mentiras con tal de tener lo que quería y satisfacer su calentura, era extraño ese comportamiento, parecía otra persona pero aun así no estaba de buen humor para sus bromas, no podía evitar sonrojarme y excitarme, no lo iba a decir que me gustaba, así que lo pellizque de uno de sus brazos para enojarlo y tal vez así se fuera furioso. -Me sueltas o te sigo pellizcando-
Dejó escapar un gruñido cuando lo pellizque y se rió entre dientes, moviéndose para agarrar mis manos y sujetándolas por encima de mi cabeza ahora. - Sé tan luchadora como quieras, cariño.....Simplemente no finjas que no te gusta-. Sus manos sujetando mis muñecas juntas con una sola mano.
Se inclinó para mordisquear la piel de mi cuello y sin querer solté un gemido bajo. - Eso quería escuchar..... Solo dame esta noche.... Déjame compensarte y mañana podrás enojarte conmigo otra vez...... Sabes que me gusta cuando me gritas-. Murmuro contra la piel de mi cuello, presionando besos calientes y chupandolo suavemente.
Mas le subí el ego a este imbécil narcisista, psicópata , no podía evitarlo, tenía que admitir qué lo estaba asiendo bien y me estaba gustando, s diferencia de como me lo hacía pero no lo iba a admitir.-No te voy a dar ni madres...sacate a la chingada qué ya me estas sacando de quicio -
Me dio un beso debajo de la oreja antes de susurrar con voz seductora y coqueta. - ¿Qué pasa si prometo darte algo de mi dinero? Sabes que eso no es problema para mi..... Te daré un poco para que vayas de compras...
Tal vez incluso te deje gastar una gran cantidad de compras, ¿Quizás un auto?-
-Aja...... Y para que quiero un maldito auto si no me dejas salir..... Además ya me diste la tarjeta... -
Siguió bajando y subiendo por mi hombro, cuello y cara, besando y por último bajo hasta mis piernas, mordiendo lo que le plazca.-Cierto..... No puedo arriesgarme a que alguien más se atreva a desear lo que es mio y tu..... Eres mía -
-Entonces....para que me ofreces dinero para salir a comprar.. ¡sino me vas a dejar salir! .... -
Su boca se cernió justo sobre mi entrepierna, su aliento caliente abanicándose contra la tela de mi braga qué me hizo gemir.
-Sabes que nunca querrías que otro hombre te tocara como lo hago yo- Gruñó en un tono bajo y profundo contra la tela.