Dos Almas Oscuros

Un dolor de cabeza

Me sentía tan bien platicar con él, aunque fueran cosas malas de nuestra infancia, era un momento en el que no había gritos, peleas, ni sexo, solo tranquilidad. - La verdad es que se sentía tan bien .... Esa sensación de adrenalina y sus lamentos y gritos me fascinaban, nadie se dio cuenta de su ausencia y era perfecto, me metí en peleas callejeras para ganar dinero, hasta robaba, pero solo para comer y pagar la renta, ni siquiera el casero se dio cuenta de que mi papá ya no estaba, con que le pagaran era suficiente. Cuando cumplí 16 me metí con una organización delictiva y me volví una de las mejores asesinas-

-Oh... por eso eres tan buena en lo que haces entonces, estás tan familiarizada con lo que haces que tienes experiencia...-

-Sí.... tú eres el primero que no puedo matar..... Tengo que admitir que eres más fuerte que yo, así que no tengo esperanza de vengarme, pero no quiere decir que me dejaré dominar por ti-

-Es porque no estás acostumbrada a tener que luchar con alguien más fuerte que tú. No estás acostumbrada a ser dominada... Yo soy un hombre que te puede controlar fácilmente, y tú eres una mujer que está completamente desprotegida... sin protección alguna contra alguien como yo-

Aun no se rendía y yo tampoco, jamás me dejaría dominar por él y por nadie, si llegara sería el que caería primero.-Tienes razón, soy débil contra ti pero dominarme no te será fácil -

-Oh... eso ya lo veremos.... Yo te voy a dominar, lo voy a hacer de la forma más dura posible, y vas a ser mía por completo..... Así que prepárate porque no tengo intención de dejar que puedas ganar esta lucha. Te voy a hacer mía en todos los aspectos y voy a estar contigo siempre.- Su palabra no era como siempre, eran posesivas pero no agresivas, era como si lo dijera de una manera romántica, a su manera, pero lo dijo.

-Eso lo tengo entendido, puedo ser tuya por completo pero no de obedecerte.... No creo-

-Eso va a ser un problema mayor, lo sé o no. No creo que vayas a obedecer la mitad de mis palabras, que vayas a estar en contra de mí en cada momento, que tendré que obligarte a hacer algo para que lo entiendas... y no te haré nada... pero no serás completamente mía así, si siempre estás en mi contra. ¿Y sabes lo que pasa? Cuando estés en mi contra, te voy a lastimar más por no hacerlo como quiero, y ya sabes cómo-

-Oh... Me llevarás a la cama cada vez que no te obedezca-

Le causó risa lo dicho y con un poco de humor me respondió: - No me lo digas, es como si me lo estuvieras pidiendo que lo haga-.

Solo me reí de él y sabía que sería un dolor de cabeza para él y lo haría siempre. -Claro... Al fin y al cabo no tengo miedo de que vuelvas a tomar ventaja de mí por la fuerza... Ya hiciste todo lo que se te dio la gana con mi cuerpo así que no me sorprenderá-.