Al día siguiente me levanté temprano porque tenía que ir con el abogado, pero en el camino me encontré con Greg.
–Hola –me saludo.
–Buenos días.
Estaba por irme a la cocina, pero me detuvo.
–Oye, estaba pensando en pedir el día y quería llevar a los ni.ños al parque, ¿quieres acompañarnos?
–Por si no lo escuchaste ayer, Martín ya los llevó al parque.
–Pero no han ido conmigo, los podemos llevar.
–¿Podemos? –repetí, ahora piensa por mí –. Sí los conocieras bien sabrías que dos días consecutivos con la misma actividad implica volver a repetir todos los días, eso quiere decir que si regresan al parque hoy tendrás que llevarlos todos los días por muchos años y eso es algo que vas a dejar de hacer cuando se te pase la emoción de ser padre.
–¿Cómo que se me va a pasar la emoción
