Al llegar a la casa recibieron a Aiden con una decoración en la habitación que decía bienvenido a casa, dejé que los dos comieran en su cama con el televisor y eso los hizo felices, en lo que estaban entretenidos comiendo le mostré a Greg los medicamentos que debía tomar Aiden, técnicamente solo necesitaba uno, pero ese le causaba otros efectos secundarios y para eso necesitaba los demás, a pesar de estar harto de pastillas y dietas estrictas, mi niño nunca se quejaba, solo podías verlo en sus expresiones, al no poder hacer tantas piruetas como su hermana se había refugiado en los números y las letras. –¿Has preguntado en otros hospitales? –dudó Greg –. A veces hay tratamientos clínicos y esas cosas, tal vez podamos ir a investigar a algunos lugares, ahora el dinero no es problema. –He
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