–¡Emma! ¡Tenemos un perrito!
–Niños con cuidado –exclamé cuando los ví entrar corriendo.
–Está bien, Emma ha preguntado por ellos desde que alguien se le ocurrió decir que venían –comentó Shelly viendo a Travis.
–Mi culpa –levantó las manos.
Ambos sonrieron y luego nos invitaron a pasar, se sentía familiar, Greg y yo siempre veníamos aquí o ellos iban con nosotros, cenas o almuerzos seguidos, salidas con Shelly, ellos hablaban aparte, nosotras de nuestras cosas, los cuatro juntos planeando que cuando tengamos nuestros hijos podrían ser mejores amigos, eran lindos recuerdos y se sentía bien estar aquí con ellos.
Cuando llegamos a la sala, Greg tomó el lugar a mi lado, creo que eran los mismos lugares que tomamos en el pasado, realmente la casa de los Haynes no había cambiado mucho
